Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (1): 10-22.
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Universidad Autónoma de Baja California ISSN 2594-1925
Volumen 3 (3): 145-172. Julio-Septiembre 2020 https://doi.org/10.37636/recit.v33145172.
145
ISSN: 2594-1925
Desarrollo de índice de habitabilidad térmica en periodo
frío para espacios públicos exteriores
Development of thermal habitability index in cold period for outdoor public
spaces
Martín del Campo Saray Francisco José
1
, Valladares Anguiano Reyna
2
, Bojórquez Morales
Gonzalo
3
, García Gómez Carmen
4
1
Instituto Tecnológico José Mario Molina Pasquel y Henríquez Campus El Grullo, Km 5 Carretera El
Grullo-Ejutla s/n, Puerta de Barro, C.P. 48740 El Grullo, Jalisco, México.
2
Universidad de Colima, Km 9 Carretera Colima-Coquimatlán C.P. 28400 Coquimatlán, Colima,
México.
3
Universidad Autónoma de Baja California, Blvd. Benito Juárez S/N, Unidad Universitaria, C.P. 21280
Mexicali, Baja California, México.
4
Universidad Autónoma de Yucatán, Km 1 Carretera Mérida-Tizimín, Cholul. C.P. 97305 Mérida,
Yucatán, México.
Autor de correspondencia: Francisco José Martín del Campo Saray, Instituto Tecnológico José Mario
Molina Pasquel y Henríquez Campus El Grullo, El Grullo, Jalisco, México. E-mail:
francisco.martindelcampo@elgrullo.tecmm.edu.mx, ORCID: 0000-0001-7211-5366.
Recibido: 13 de Julio del 2020 Aceptado: 24 de Agosto del 2020 Publicado: 29 de Agosto del 2020
Resumen. - El potencial de habitabilidad térmica y el diseño de espacios públicos exteriores, establecen
las condiciones de ambiente térmico de sus habitantes por la interrelación de sus componentes (Sevilla,
2008). En la ciudad de El Grullo, Jalisco, México, se considera que condiciones de clima cálido semiseco
en periodo de verano, reduce niveles de habitabilidad térmica en espacios de convivencia públicos
exteriores, revisión de literatura hasta 2019, indica que estudios sobre habitabilidad térmica en xico,
han sido desarrollados básicamente en vivienda y edificación, parte de lo que justifica la elaboración de
este estudio. El objetivo de esta investigación es presentar el proceso de desarrollo de un Índice de
Habitabilidad Térmica (IHT) para espacios de convivencia públicos exteriores, a partir de la estimación
del efecto de variables físicas, meteorológicas y termo fisiológicas del habitante, en periodo frío. El caso
de estudio fue la población de El Grullo y se utilizó una metodología descriptiva, no experimental y
transversal. Después del análisis documental y necesidades del estudio, se adecuó la Fórmula de Confort
(COMFA) desarrollada por Brown y Gillespie (1995). De acuerdo al diagnóstico bioclimático de horas de
confort para El Grullo y el análisis de áreas de estudio, se aplicaron 554 cédulas de información de
habitante y 98 de ambiente térmico y contexto urbano para periodo frío. Para alcanzar valores del IHT, se
evaluó nivel de desempeño de cada indicador en función de complejidad, relevancia y accesibilidad de
información, para análisis de datos se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman y con base en los
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resultados obtenidos, se determina que el desarrollo del IHT contribuye a la relación y adecuación entre
el hombre y su entorno, y es referido a la integración que resulta de la capacidad de satisfacer las
necesidades humanas y sus expectativas de desarrollo y convivencia en un espacio público exterior,
además el IHT funciona como herramienta de diseño urbano y sistema de evaluación como propuesta para
mejorar las condiciones de confort y de habitabilidad de dichos espacios.
Palabras clave: Índice de habitabilidad, sensación térmica, ambiente térmico, paisaje urbano, contexto
urbano.
Abstract. - The potential for thermal habitability and the design of outdoor public spaces establish the
thermal environment conditions of its inhabitants due to the interrelation of its components (Sevilla, 2008).
In the city of El Grullo, Jalisco, Mexico, it is considered that semi-dry warm weather conditions in the
summer period, reduce levels of thermal habitability in outdoor public coexistance spaces, literature
review until 2019, indicates that studies on thermal habitability in Mexico, have been developed basically
in housing and building, part of what justifies the preparation of this study. The objective of this research
is to present the development process of a Thermal Habitability Index (IHT) for outdoor public
coexistance spaces, from the estimation of the effect of physical, meteorological and thermo-physiological
variables of the inhabitant, in the cold period. The case study was the population of El Grullo and a
descriptive, non-experimental and transversal methodology was used. After the documentary analysis and
study needs, the Comfort Formula (COMFA) developed by Brown and Gillespie (1995) was adapted.
According to the bioclimatic diagnosis of comfort hours for El Grullo and the analysis of study areas, 554
inhabitant information cards and 98 of thermal environment and urban context for cold period were
applied. To reach IHT values, the performance level of each indicator was evaluated based on complexity,
relevance and accessibility of information, Spearman’s correlation coefficient was used for data analysis
and, based on the results obtained, it was determined that the development The IHT contributes to the
relationship and adequacy between man and his environment, and is referred to the integration that results
from the ability to meet human needs and their expectations of development and coexistence in an outdoor
public space, also the IHT works as a tool urban design and evaluation system as a proposal to improve
the conditions of comfort and habitability of these spaces.
Keywords: Habitability index; thermal sensation; thermal environment; urban landscape; urban context.
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1. Introducción
Las condiciones de habitabilidad térmica han
estado presentes en la valoración geográfica de
elementos territoriales, conforme a estos
criterios, se han considerado históricamente las
orientaciones distintas o emplazamientos de
casas y edificios. Por otra parte, no existe un nivel
definido o estándar óptimo de habitabilidad
térmica, ya que sus resultados dependen de cómo
se combinen un conjunto de factores físicos,
sociales, culturales y psicológicos del entorno del
individuo, a como de su experiencia que
condiciona los niveles de satisfacción del ser
humano [1].
Se reflexiona, que el proceso de desarrollo
urbano ha producido situaciones
medioambientales que hacen que la calidad de
vida de los habitantes un una ciudad sea difícil,
de acuerdo al contexto socio económico,
demográfico, político y cultural, este aspecto se
refleja en las marginaciones de sectores
poblacionales producto de los fenómenos de
asentamientos irregulares y una planeación
urbanística deficiente, lo que genera que se
condicione la calidad de vida de personas en un
momento y lugar determinado. La habitabilidad
está inmersa en un proceso cambiante en menor
o mayor escala, de ahí la importancia de integrar
disciplinas que permitan estudiar a profundidad
este concepto, lo cual es susceptible del
comportamiento del ser humano ante tal
situación descriptiva.
La habitabilidad térmica para personas que se
encuentran en espacios de convivencia públicos
exteriores es uno de los factores que influye para
realizar actividades al aire libre en andadores,
canchas deportivas, plazoletas, parques urbanos,
explanadas, zonas infantiles, áreas verdes y
vialidades. La cantidad e intensidad de estas
actividades se aprecia afectada por el nivel de
incomodidad experimentado por los usuarios
cuando se exponen a las condiciones
meteorológicas de dichos lugares. La primera
condición de confort es la neutralidad térmica, es
decir, que una persona no sienta demasiado calor
o demasiado frío, ya que tolera el ambiente
térmico [2].
Simultáneamente, se señala que la habitabilidad
como característica evoluciona con la sociedad y
debe adaptarse a los modos de vida distintos
presentes en ella. Asimismo, su configuración
está vinculada a la disponibilidad de recursos y
en el futuro próximo, a las limitaciones sociales
y capacidad emisiva de las actividades
involucradas en su generación y mantenimiento
[3].
Desde la perspectiva del proyecto de estudio, las
condiciones meteorológicas y características de
mobiliario en un espacio de convivencia público
exterior determinan el uso y permanencia de sus
usuarios, a diferencia de espacios interiores en
donde las condiciones de habitabilidad térmica
pueden ser controladas, donde se aísla al ser
humano de las variables ambientales que afectan
su desempeño físico o emocional.
Se ofrece un panorama de la vinculación estrecha
entre el espacio público, la ciudad y personas,
reflexiona teóricamente sobre los conceptos que
fusionan esa interrelación y propone un modelo
alternativo: el urbanismo del lugar público. Que
se entiende, como el área pública que lleva a
crear redes de interacción, negociación e
intercambio, en el contexto de la sociedad
urbana, de ahí la importancia de que se establezca
un equilibrio entre el Urbanismo y el espacio
público, situación que apremia a sus habitantes y
consolida los valores culturales [4].
Con base en lo señalado, es básico comprender
los componentes de un espacio de convivencia
público exterior, su relación con el contexto
urbano y el habitante, donde se entiende, que el
grado de habitabilidad térmica presente,
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condiciona el uso, asistencia y permanencia de
personas a estos lugares y les permite obtener un
grado de bienestar. De acuerdo con la literatura
revisada sobre el tema en cuestión, se analizan
algunos estudios realizados en México y que han
contribuido con aporte de conocimiento basado
en pruebas científicas.
En Mexicali, México, efectuaron un estudio
correlacional bajo criterios de evaluación
subjetiva de ISO 10551:1995 y se desarrolló un
índice de habitabilidad térmica basado en
percepciones cualitativas y cuantitativas. Con
base en los resultados obtenidos, se observó que,
en el caso de la sensación térmica personal, la
diferencia entre lo percibido en el momento
(sensación térmica) y lo deseado a largo plazo
(preferencia térmica), se demuestra con
variaciones entre la temperatura neutral media,
mientras que, en el caso de la satisfacción del
ambiente térmico, permite entender que se acepta
la condición de ambiente térmico, pero no se
tolera [5].
En Colima, México, realizaron un estudio
transversal donde presentaron un reporte técnico
y buscaron determinar la amplitud del rango de
confort térmico para personas que habitan en
clima tropical subhúmedo de la ciudad de
Colima. En este reporte demostraron que, de
acuerdo con los resultados obtenidos, el rango de
confort no es necesariamente equidistante a la
temperatura de neutralidad, los individuos son
participantes activos en el equilibrio dinámico
que existe entre el cuerpo humano y el ambiente
que lo rodea, por lo que la temperatura de confort
es un resultado de la interacción entre los sujetos
y su ambiente térmico [6].
Un nicho de oportunidad que se aprecia para
realizar la investigación, es que los estudios sobre
habitabilidad térmica en México, en términos
generales, se han desarrollado en el sector de
vivienda y edificaciones, por lo que
específicamente la habitabilidad de espacios de
convivencia públicos exteriores se encuentra
poco abordada, razón que motivó a realizar el
estudio y tener un conocimiento profundo del
tema en cuestión.
Con relación a índices de habitabilidad,
presentaron los resultados de una investigación
relacionada con el índice de habitabilidad térmica
para la vivienda, se realizó el diseño de
investigación basado en un estudio correlacional,
bajo criterios de evaluación subjetiva de la
Norma ISO 10551:1995 y se construyó un índice
de habitabilidad térmica basado en cuatro
indicadores: sensación, preferencia, aceptación y
tolerancia. Los dos primeros de tipo
psicofisiológico, evaluados por correlación en
función de mediciones de variables
meteorológicas con sensaciones térmicas
percibidas. Los dos últimos de tipo psicológico
basados en una escala subjetiva de satisfacción
con respecto al ambiente térmico [5].
Por otro lado, se presentó un trabajo en el
periurbano de Mar del Plata, Argentina, en tres
cortes temporales: 1991, 2001 y 2011. Para ello,
seleccionaron indicadores y construyeron un
Índice de Habitabilidad (IH) mediante una
metodología descriptiva que permite comparar la
evolución de sustentabilidad social en los
períodos comprendidos y analizar su distribución
espacial. La evolución del IH reveló que las
mejoras significativas se produjeron de 1991 al
2001, asociado con la calidad de la vivienda y del
hábitat. Del 2001 al 2011, las mejoras tuvieron
menor relevancia y se vincularon con la calidad
sanitaria, que proviene de la extensión de los
servicios de saneamiento básicos [7].
A su vez, en Río Verde, México, se realizó
investigación de análisis de la habitabilidad
básica e índice de confort térmico, el modelo se
consideró con los elementos que intervienen en
el hábitat: el sujeto, el objeto y el contexto. Como
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conclusión, fue indispensable evaluar las
bondades de la tradición constructiva y
profundizar en la evaluación de los materiales de
sus elementos constructivos, en términos de
habitabilidad se afirmó que las viviendas
presentaron variaciones de confort térmico de
acuerdo con su tipo de envolvente arquitectónica
y material que presenta, así como la exposición
solar independiente de la orientación de la
edificación o espacio urbano [8].
También se efectuó una investigación en la
ciudad de México, en la que consideraron tres
factores fundamentales: jerarquía (nicho que
ocupa en el sistema y radio de influencia),
características físicas y función urbana en el
espacio público. Como resultado, se obtuvo que
el objeto en el entendimiento del efecto de la
estructura urbana contemporánea sobre el
espacio abierto forme parte de un proyecto
ambicioso y que analiza todas las partes de la
ciudad [9].
Con relación a habitabilidad urbana, se analizó la
interacción entre microclima y morfología
urbana para determinar el grado de confort
térmico de zonas de densidad baja en una ciudad
de clima árido (Mendoza-Argentina). En dicho
estudio se seleccionaron siete canales viales
urbanos (CVU), que se monitorearon micro
climáticamente. Los resultados revelaron que el
confort térmico en los CVU analizados varía
entre un 20 y 70%, mostraron que la combinación
entre huella urbana y forestación determina el
grado de habitabilidad térmica [10].
Otro estudio se llevó a cabo en Cataluña, España,
el enfoque utilizado en el trabajo fue de tipo
descriptivo en habitabilidad y sociedad, para que
en un contexto de sostenibilidad garantice no
afectar a las generaciones futuras; como
conclusión, se afirmó que la conversión del
actual sistema productivo industrial hacia un
modelo sostenible cierra los ciclos materiales de
los recursos implicados en las actividades
humanas y deben abordarse desde la definición
de las utilidades para satisfacer las necesidades
básicas de la ciudadanía [3].
El enfoque aprecia un modelo de desarrollo para
una ciudad sustentable donde se respete el medio
ambiente, se optimicen recursos energéticos y se
aprovechen fuentes renovables, garantías que se
brindan a usuarios en espacios de convivencia
públicos exteriores donde la productividad en la
ciudad resulte exitosa.
Por otra parte, se generó un estudio en Mérida,
México, acerca de un diseño metodológico para
la habitabilidad urbana de espacios públicos de
estancia, utilizaron tres etapas: descriptiva,
analítica e integrativa. Como conclusión,
obtuvieron que este factor tiene estudios escasos
e identificaron como constantes la accesibilidad,
áreas verdes y el espacio público, lo que indi
que son elementos básicos para su análisis [11].
Además, en Colima, México, analizaron los
factores de habitabilidad, a través de una
propuesta de indicadores, la cual agruparon en
calidad espacial, ambiental y de servicios. Se
atendieron tres aspectos de condiciones de
habitabilidad: comodidad, conocimiento y
compromiso. El método utilizado resultó
apropiado para comparar casos de estudio
ubicados en condiciones climáticas distintas, la
comparación se hizo a partir de su propio
referente de confort. Resultó útil para evaluar
modelos similares que se aplican en regiones
climáticas diferentes, bajo la condición de que los
datos medidos observen el protocolo de registro
[6].
En la ciudad de Torreón, México, se elaboró una
investigación descriptiva sobre áreas verdes en la
zona urbana, visualizó la problemática de sitios
en su contexto urbano, lo que dio como resultado
la necesidad de conservar y adecuar las zonas
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verdes para una planificación urbana mejor y que
contribuyan con el factor de habitabilidad [12].
En la ciudad de Colima, México, realizaron un
estudio sobre la relación del Urbanismo,
sustentabilidad y habitabilidad urbana. La
investigación consideró como base los estudios
de Mercado (1991, 1994 y 1995), en dicho
trabajo se explica que Landázuri elaboró un
instrumento en donde mide básicamente tres
factores: el diseño arquitectónico, las
transacciones psicológicas y la habitabilidad
interna de la vivienda, para ello analizó una serie
de variables conectadas con la dimensión de la
casa, la conectividad o circulaciones, la
socioperatividad, la vigilibilidad, la seguridad, el
placer, la activación, el control, la
significatividad, la operatividad y la privacidad
[13].
Además, se investigó sobre la habitabilidad
urbana como condición de calidad de vida, el
estudio fue descriptivo e indicó que la
habitabilidad, se puede entender como el acto
perceptivo que implica una interpretación de la
expresión (más que como una valoración) de la
interrelación entre el mundo psicofísico, con
ciertas prácticas sociales del que habita, y la
propuesta formal del objeto habitable, a saber: el
objeto arquitectónico, en cuya espacialidad está
implícita una significación tal que produce un
modo de habitar [14].
La Agencia de Ecología Urbana de Barcelona
presentó un documento de indicadores
relacionados con espacio público y confort
térmico. Los indicadores y condicionantes
propuestos respondieron a la ordenación del
espacio en tres niveles: altura, superficie y
subsuelo. A partir de esta organización, se obtuvo
una liberación del espacio en superficie y se
favoreció su uso para el esparcimiento y
desarrollo de las relaciones sociales entre la
ciudadanía [15].
Se analiza la importancia de los indicadores
urbanos para el desarrollo de la ciudad, que tiene
un orden espacial, que se aprecia un equilibrio en
cuanto a densidad de habitantes se refiere, con
usos de suelo adecuados, todo ello es ejemplo, de
cómo se participa en la disminución de la
segregación social y se habilitan oportunidades
de mejoramiento y calidad de vida.
Desde otra perspectiva, se realizó un estudio
sobre condiciones de habitabilidad del área
urbana de Mar del Plata, Argentina, utilizaron la
técnica de Puntaje Omega que integra cinco
dimensiones (educativa, sanitaria, económica,
habitacional y ambiental). Los resultados
obtenidos demuestran que áreas numerosas del
sector sur se alejan de los objetivos del desarrollo
urbano sostenible, donde se requieren estrategias
de ordenamiento territorial que direccionen el
crecimiento de la ciudad y den respuesta a los
problemas que inciden en las condiciones de
habitabilidad [16].
En Nagoya, Japón, se realizó un estudio donde
encontraron que la comodidad humana al aire
libre es un parámetro esencial para evaluar la
calidad del microclima urbano y proporcionar
directrices para el desarrollo urbano sostenible.
El objetivo de este trabajo fue obtener una
introducción integral al tema de la comodidad
humana al aire libre y comprender los
procedimientos existentes del entorno urbano
[17].
En México, específicamente en la ciudad de
Nogales, Sonora, con clima cálido semiseco, se
efectúo un estudio con el objetivo de evaluar el
confort en espacios públicos con relación a su
habitabilidad temporal, se seleccionaron dos
casos de estudio, y se llevó a cabo la evaluación
de la sensación térmica percibida, mediante la
aplicación de encuestas a los usuarios, en las que
se incorporaron criterios como tipo de
vestimenta, género, actividad, edad, y preguntas
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sobre la satisfacción, permanencia, seguridad y
uso adecuado del sitio [18].
A su vez, evaluaron un método para desarrollar
un modelo de confort térmico adaptativo basado
en la temperatura exterior media de
funcionamiento para el pueblo chino. La
determinación fueron dos parámetros
importantes (temperatura neutra y temperatura
exterior) del modelo de confort térmico
adaptativo [19].
En Estados Unidos, realizaron un estudio
meteorológico para simulaciones de confort
térmico al aire libre, donde se combinó una placa
simple de convección Modelo de Capa Límite
(CBL) y Modelo de Superficie Urbana (ULSM)
(aquí se consideraron dos ULSM). Se simuló la
temperatura del aire y la humedad durante el día
y se estimó la energía de superficie urbana y los
flujos de balance de agua para cambios en la
cobertura de la superficie terrestre [20].
Los estudios revisados en este apartado,
analizaron problemáticas que corresponden a la
habitabilidad de espacios de convivencia
públicos exteriores, es decir, cómo los habitantes
de cualquier localidad han perdido el sentido de
pertenencia y gusto por estos lugares, ya que
repercute en su estado físico, psicológico y
emocional. Se señala, que el confort rmico
participa directamente en los indicadores de
habitabilidad térmica de un espacio habitable. El
análisis de la literatura, permite observar que la
discusión sobre la habitabilidad de áreas públicas
se ha desarrollado de manera gradual e indirecta
en las grandes ciudades o urbes, cuando debido a
los cambios acelerados de estos lugares es s
evidente la necesidad de buscar el
restablecimiento del uso, la apropiación y la
adecuación del espacio público como
componente esencial y como referente de calidad
de vida urbana y confort.
Se subraya que, mejorar las condiciones de
habitabilidad de espacios exteriores, desde el
punto de vista térmico, demanda considerar todas
las variables que participan del balance de
energía del ambiente construido. En las ciudades,
los canales viales urbanos (CVU), plazas y
parques dan forma a áreas exteriores.
Particularmente, los CVU cubren más de un
cuarto del total del área urbana, por lo tanto, su
morfología, materialidad, orientación y esquema
de forestación, determinan el clima urbano [10].
Este señalamiento va asociado a la importancia
del mobiliario urbano incluyente en un espacio
público exterior, así como el tipo de vegetación y
entorno inmediato, variables que pueden afectar
de manera conjunta o aislada por la transferencia
de calor que se puede emitir a un grupo de
habitantes y reducir el grado habitabilidad
térmica.
A pesar de la relación entre hábitat y calidad de
vida de personas, señalan que espacios públicos
han evolucionado de una manera desagregada en
las ciudades, contrario al crecimiento y
abastecimiento de servicios de éstas, las nuevas
construcciones toman una prioridad urbana y
externan la negativa al espacio público [21].
Se analiza, que esto conlleva a una
desintegración de sectores sociales y un
aislamiento de oportunidades en donde la
convivencia mutua repercute en las acciones
individuales y colectivas de un fragmento
urbanístico, y a su vez, compromete a las
autoridades de un gobierno en rehabilitar
espacios de convivencia públicos exteriores con
garantías mejores y calidad de vida.
El confort ambiental en espacios exteriores es
una de las características esenciales de la calidad
del medio ambiente urbano, ya que bajo
condiciones adecuadas (confort térmico,
lumínico, acústico, psicológico) es posible
propiciar actividades en calles, plazas, patios,
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parques, etcétera. La cantidad e intensidad de
tales actividades es afectada por el nivel de
disconfort experimentado por los usuarios
cuando se exponen a las condiciones climáticas
de esos lugares [22].
Aunado a lo anterior, se entiende que las personas
desean pasar tiempo de ocio y convivencia en
espacios al aire libre, cuando dichas áreas
presentan condiciones adecuadas de
permanencia, seguridad y confort ambiental, de
lo contrario estos lugares lucirían solitarios y sin
garantías de confort para sus usuarios.
De acuerdo a lo examinado, se entiende que un
índice de habitabilidad se compone de
indicadores y parámetros de carácter cuantitativo
y cualitativo y que se conforman en una escala
del 0 al 1, según su función y lo que en ese
momento se valora.
El desarrollo de indicadores ambientales debe de
constituir un proceso con fundamento científico
y, a la vez, con un contenido social y político
expresamente reconocido. Ambos elementos
deben de constituir la base de un instrumento
estadístico que busque cumplir con la función de
información para la toma de decisiones en
materia de medio ambiente [23].
Los conjuntos de indicadores o índices
integrados han sido utilizados en una gran
variedad de disciplinas para medir conceptos
complejos y multidimensionales que no se
pueden observar ni medir directamente. El valor
de estos reside en su habilidad de sintetizar una
gran cantidad de información en un formato
simple y práctico. La sencillez de estos índices
integrados facilita el acceso a la información al
público en general y a otros usuarios potenciales
[23].
Se afirma, que un índice de habitabilidad integra
los niveles de desempeño de los parámetros
distintos en un indicador, que apoye la toma de
decisiones relacionada con la calidad de
vivienda, y la capacidad en hábitos de
habitabilidad que se relacionan con el índice
obtenido [24].
Asimismo, se elaboró una serie de parámetros de
habitabilidad que contribuyen con el espacio
donde se desenvuelve el usuario, la tabla 10
muestra los factores de habitabilidad y al
analizarla, se considera que estos factores
pudieran extrapolarse y adecuarse a espacios de
convivencia públicos exteriores, por las
características que se presentan y por sus
componentes. Asimismo, la información
presentada nos ofrece un panorama de lo que
interviene en cuestión de habitabilidad y la forma
de abordarla por parte de los usuarios para
obtener un mejor confort y calidad de vida [25].
La selección de objetivos e indicadores
constituyen una tarea dónde el proceso requiere
compatibilizar fuentes de información y abarcar
los aspectos que se pretenden evaluar con un
índice. Este se construyó mediante la integración
de cinco aspectos implicados en el concepto:
calidad educativa, calidad sanitaria, calidad de la
vivienda, calidad del hábitat y calidad ambiental
[7].
Bajo esta perspectiva y con lo analizado en la
literatura de habitabilidad, se puede decir que los
indicadores que participan y definen las
condiciones de las variables a estudiar en el
índice de habitabilidad térmica son los siguientes
y se presentan en la figura 1.
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Figura 1. Indicadores de habitabilidad térmica.
Fuente: Elaboración propia.
También, se identifican cuatro enfoques
aplicados a la habitabilidad y se considera
aportan a la investigación. El primero proyecta la
habitabilidad en una condición de intangible, el
segundo enfoque se relaciona directamente con la
calidad de vida y puede ser cuantificable y
controlable por el diseño, el tercero lo analiza en
términos de confortabilidad post-ocupacional,
que conduce a evaluar las condiciones en las que
se habita y el cuarto enfoque sugiere que la
habitabilidad se puede entender como el acto
perceptivo de la relación en el mundo psicofísico
con las prácticas sociales de quien lo habita y la
propuesta formal del objeto habitable en la
Arquitectura [21].
Con relación a los enfoques presentados, un
espacio arquitectónico requiere cualidades
específicas para funcionar como tal, se habla del
factor psicofisiológico de la persona, de las
características físicas del espacio a habitar, el
confort y calidad de vida que te puede brindar
dicho espacio y el grado de aceptación,
adaptabilidad, preferencia y tolerancia que un
individuo tenga en un espacio arquitectónico
interior o exterior. Estas situaciones, cuando se
encuentran en equilibrio brindan a la ciudadanía
garantías de satisfacción personal y de
habitabilidad.
Los indicadores e índices son una creación
intelectual, cuya precisión depende del contexto
en el que se formulan, con un nivel alto de
complejidad, derivada de la incertidumbre
implícita, pero que son capaces de proporcionar
una visión integral. El potencial de indicador está
limitado por la calidad de los datos que lo
sustentan, y es necesario establecer las
características y criterios que debe reunir, con la
finalidad de asegurar que tenga la confiabilidad
requerida [26].
Se refiere que los indicadores deben ser
específicos y estar vinculados con los fenómenos
sobre los que se pretende actuar, por lo anterior,
se deben tener objetivos y metas claras para
poder evaluar y decidir de forma pertinente,
asimismo, indica que los indicadores deben ser
relevantes y oportunos, ya que proveen
información suficiente para la comprensión de lo
que se estudia [27].
Por consiguiente y de acuerdo a lo analizado, se
entiende que los indicadores para conformar un
índice deben reunir ciertas características, por
ejemplo: que sea sencillo, práctico, de medición
e interpretación fácil, aplicable a diversas
escalas, comparable y validable entre los datos
teóricos y los de campo. Para operacionalizar una
variable, es necesario partir de una definición
teórica de un conjunto de indicadores que
expresan el comportamiento de la variable
estudiada y poseen un grado de relevancia y
confiabilidad.
De modo que las variables son susceptibles de ser
sistematizadas, a través de los indicadores
correspondientes, las hipótesis elaboradas
teóricamente como relaciones entre ellas pueden
también sufrir un proceso similar. Para ello, se
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operacionalizan cada una de las variables que
intervienen dónde se definen sus indicadores.
Luego se procede a relacionar las definiciones
operacionales entre sí, de la manera en que se
hacía al formular el supuesto general o teórico.
Así se obtiene una hipótesis operacional, que
puede ser directamente probada o refutada en la
práctica [28].
De acuerdo a lo anterior, los indicadores para
desarrollar un índice de habitabilidad térmica
deben reunir características que engloben una
totalidad de aspectos a evaluar, es decir, tomar en
cuenta a los habitantes, a las condiciones
meteorológicas y condiciones del espacio en todo
su contexto, para poder obtener resultados
confiables. En adición, un índice de habitabilidad
térmica, requiere la evaluación del ambiente
térmico y las condiciones del espacio donde se
desenvuelve el habitante de una ciudad, además
constituye los niveles de desempeño de los
parámetros diversos de un indicador, que vincula
las estrategias de progreso y toma de decisiones
relacionado con lo que se obtiene.
2. Metodología
La planeación de la metodología que se llevó a
cabo, permitió recabar, registrar y analizar los
datos del fenómeno de estudio, con la
verificación de fuentes consultadas y la postura
crítica de las perspectivas teóricas diversas, que
auxilian para que el estudio sea objetivo y posea
un sustento científico, de validez y confiabilidad.
El diseño de la investigación y de acuerdo con las
características de sus variables, fue una
metodología de tipo descriptiva, no experimental
y transversal con el fin del desarrollo de un Índice
de Habitabilidad Térmica (IHT) en espacios de
convivencia públicos exteriores en clima cálido
semiseco. El desarrollo de un IHT en espacios de
convivencia públicos exteriores, requirió de un
conjunto de parámetros que miden los aspectos
que lo componen y evalúan indicadores que
definen las condiciones de habitabilidad térmica
en dichos espacios.
Con base en bibliografía analizada y de acuerdo
con las necesidades del estudio, se propuso
utilizar y adecuar la Fórmula de Confort
(COMFA), utilizado en estudios urbanos y
paisajismo ya que posibilita una diferenciación
mayor de las características urbanas y de
vegetación, en adición a las variables de
ambiente térmico que afectan a los habitantes de
un espacio exterior [29].
A continuación, se muestra la ecuación del
balance de energía COMFA:
S=M+R absorbida-Conv-Evap-TR emitida
Dónde:
M: energía metabólica producida por el organismo;
Rabsorbida: radiación solar y terrestre absorbida; Conv:
calor sensible perdido o ganado por convección; Evap:
pérdida evaporativa de calor; TR emitida: radiación
terrestre emitida.
Para desarrollar un Índice de Habitabilidad
Térmica (IHT), se agrupó un conjunto de
parámetros en mecanismos de acción que surgen
desde el análisis de los instrumentos en el área de
intervención y que se ordenaron según el criterio
con el que se relacionan. Para llevar a cabo el
IHT, se tomaron como referencia los
mecanismos de huella urbana, perfil y
forestación del modelo [10].
Para alcanzar los valores del IHT, se propuso
evaluar el nivel de desempeño de cada indicador
en función de su complejidad, relevancia y
accesibilidad de información, que corresponde al
espacio de convivencia público exterior, en
cuanto a condiciones del ambiente térmico, del
habitante y contexto urbano; y a su vez, realizar
una ponderación del IHT en una escala de cuatro
puntos.
De acuerdo con lo analizado, los grupos de
indicadores se han conformado, según la afinidad
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
155
ISSN: 2594-1925
de relación conceptual de lo que representa y el
grado de operatividad que se desea tener con el
uso de IHT.
Además, se señala que como parte del proceso
metodológico que se llevó a cabo, se tomó como
base el método Delphi con la opinión y resultados
de encuestas a investigadores expertos miembros
del Sistema Nacional de Investigadores en el área
de Urbanismo y medio ambiente con el factor de
complejidad, relevancia y accesibilidad de
información, se optó el nivel de complejidad por
la practicidad y operatividad de variables, una
vez obtenida la información, se realizó un ajuste
de los indicadores que se tenían originalmente y
se eliminaron de acuerdo a lo señalado, los que
no se consideraron trascendentes para el
desarrollo del IHT, con la finalidad de que resulte
reproducible, medible y adaptable; y por
consiguiente, extrapolarse a otros lugares y sea
operativo. Ver tabla 1.
Tabla 1. Desarrollo de un Índice de Habitabilidad Térmica (IHT).
Categoría
Nombre del indicador
Ambiente térmico
1. TBS promedio de máximas periodo cálido y frío.
2. TBS promedio de mínimas periodo cálido y frío.
3. TBS promedio de máximas de SV periodo cálido y frío.
4. TBS promedio de máximas de SH periodo cálido y frío.
5. TBS promedio de máximas de SVMP periodo cálido y frío.
6. HR promedio de máximas periodo cálido y frío.
7. VV promedio periodo cálido y frío.
8. RSPH promedio periodo cálido y frío.
Habitante
9. Nivel de actividad metabólica.
10.TN periodo cálido y frío.
11. Porcentaje de PT periodo cálido y frío.
12. Porcentaje de TT periodo cálido y frío.
13. Porcentaje de AT periodo cálido y frío.
Contexto urbano
14. Área de vialidades y rodamiento.
15. Área de andadores, circulación de peatones y no motorizados.
16. CA promedio generado por vehículos estacionados periodo
cálido y frío.
17. AU promedio de AH periodo cálido y frío.
18. Área promedio de edificación.
19. Altura promedio de edificación.
20. AU promedio de AV periodo cálido y frío.
21. Área promedio de copa de árboles.
22. Área promedio de sombreado de árboles periodo cálido y frío.
23. PS promedio periodo cálido y frío.
24. AU promedio de MP periodo cálido y frío.
25. AV promedio de MP.
Fuente: Elaboración propia.
Cabe destacar, que el IHT no busca establecer
niveles de requerimientos mínimos señalados
normativamente, sino fungir como instrumento
homogéneo de evaluación según los objetivos y
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156
ISSN: 2594-1925
la finalidad de su aplicación en espacios de
convivencia públicos exteriores.
De acuerdo a lo anterior, la investigación se
realizó en la población de El Grullo, Jalisco, que
se localiza en la región Sierra de Amula del
Estado de Jalisco, México, con una latitud de
19°48’22.80” N 104°13’09.29” O.
Este municipio se caracteriza por tener un tipo de
clima cálido semiseco, aunque algunos meses del
año las condiciones cambian a subhúmedo
influido por el temporal de lluvias, la temperatura
máxima promedio es de 35°C, la mínima
promedio de 11°C y la temperatura media anual
es de 23.9°C con una precipitación media anual
de 900 mm, una altitud de 876 m.s.n.m. y
humedad relativa promedio del 35% [30]. Ver
figura 2.
Figura 2. Vista aérea de El Grullo, Jalisco. Fuente:
Imagen obtenida de Google Earth.
Se tomó para el muestreo dos lugares
representativos de El Grullo, Jalisco (Jardín
Municipal Ramón Corona y Alameda
Municipal). Estos lugares son espacios de
convivencia públicos exteriores para la
comunidad de El Grullo, Jalisco. A continuación,
se muestra su respectiva ubicación. Ver figuras 3
y 4.
Figura 3. Vista aérea de Jardín Municipal. Fuente:
Imagen obtenida de Google Earth.
Figura 4. Vista aérea de Alameda Municipal. Fuente:
Imagen obtenida de Google Earth
De acuerdo con el diagnóstico bioclimático de las
horas de confort para la población de El Grullo,
Jalisco y el análisis de áreas de estudio, el
muestreo se realizó con habitantes de espacios de
convivencia públicos exteriores (Jardín
municipal y Alameda municipal) con edades
entre los 12 y 60 años de edad, sin características
de enfermedades cardiovasculares, enfermedades
neurológicas, mujeres embarazadas o en periodo
de lactancia. La fecha en que se llevó a cabo el
muestreo de periodo frío, fue del 26 de
noviembre al 09 de diciembre del 2018 y se
realizó un total de 554 cédulas de información de
habitante y 98 cédulas de información de
ambiente térmico y contexto urbano, se tuvo el
apoyo de 5 alumnos de Arquitectura de octavo y
noveno semestre del Instituto Tecnológico José
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
157
ISSN: 2594-1925
Mario Molina Pasquel y Henríquez Campus El
Grullo.
Con relación a los instrumentos de recolección de
datos, se utilizaron cédulas de información para
evaluar condiciones del habitante y cédulas de
información para estimar condiciones del
ambiente térmico y contexto urbano. Para el
diseño de la cédula de información en el rubro de
preferencia térmica se realizó conforme a la
norma ISO 7933:2004 (Estrés rmico con el
cálculo de sobrecarga estimada) y norma ISO
10551:1995 (Efecto del ambiente térmico con el
uso de escalas de juicio subjetivo) [31, 32].
El montaje de los instrumentos de medición
fueron por medidor de estrés térmico (marca
EXTECH modelo HT30), psicrómetro digital
(marca EXTECH modelo RH401), anemómetro
(marca BENETECH modelo GM816) y
registrador de datos marca EXTECH modelo
RHT10, se colocaron sobre una base con ménsula
de madera a una altura de 1.30 m con respecto al
nivel de suelo y el registrador de datos se ubicó
en un área representativa del espacio, en horario
de 08:00 a 20:00 horas a una altura de 1.30 m del
nivel de suelo, según recomendaciones de la
Organización Meteorológica Mundial [33].
Asimismo, se colocaron en zonas que estuvieran
libres de árboles y edificios cercanos al punto de
medición, no obstante, los instrumentos de
medición se colocaron a 2 m de distancia del
habitante al momento de la entrevista, con la
finalidad de estimar de manera correcta las
variables de ambiente térmico. Ver figuras 5 y 6.
Figura 5. Aplicación de cédula de información
habitante. Fuente: Elaboración propia.
Figura 6. Aplicación de cédula de información
habitante. Fuente: Elaboración propia.
Con relación al muestreo en las áreas de estudio,
se contempló el registro de datos de las variables
de ambiente térmico (temperatura de bulbo seco,
temperatura de globo gris, radiación solar,
humedad relativa y velocidad de viento) se
estimaron cada 15 minutos en el horario de 08:00
a 20:00 horas, además, cada dos horas se
registraron datos de temperatura de bulbo seco de
superficies verticales, horizontales y de
mobiliario público; y se estimó con la misma
frecuencia, el calor antropogénico generado por
vehículos estacionados y el albedo urbano de
áreas verticales, horizontales y de mobiliario
público. Ver figura 7 y 8.
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
158
ISSN: 2594-1925
Figura 7. Registros de ambiente térmico y
contexto urbano. Fuente: Elaboración propia.
Figura 8. Registros de ambiente térmico y contexto
urbano. Fuente: Elaboración propia.
Los instrumentos utilizados fueron psicrómetro
digital EXTECH modelo HT30 (factor de
resolución: humedad 0.0 a 100.0%, temperatura
del aire (-20 a 50 ° C) (-4.0 a 122.0 ° F),
temperatura infrarroja (-20 a 450 ° C) (-4 a 842 °
F), factor de precisión: humedad 3% HR) (10
a 90%), temperatura del aire (± 1 ° C) (± 1.8 ° F),
temperatura infrarroja 3% lecturas o ± 3 ° C /
6 ° F), medidor de estrés térmico marca
EXTECH modelo RH401 (resolución de (0.1 ° F
/ ° C; 0.1% HR), anemómetro digital marca
BENETECH modelo GM816 (resolución:
0.1ms, 0.3km / h, 19ft / min, 0.2mph, 0.2Knots)
y precisión de (± 5%), registrador de datos marca
EXTECH modelo RHT10 (factor de precisión:
humedad (0 a 20, 20 a 40, 40 a 60, 60 a 80 y 80 a
100%), temperatura (‐40 a ‐10 y +40 a + 70 ° C),
temperatura del punto de rocío (25 ° C, 40 a
100% HR), báscula marca WEIGHT
WATCHERS y flexómetro marca COOPER de
la línea Metromex. Ver Figura 9.
Figura 9. Vista de instrumentos de medición.
Fuente: Elaboración propia.
Para el análisis de datos, se realizó la regresión
lineal múltiple con las variables meteorológicas
y ordinales, obtenidos estos datos se utilizó el
coeficiente de correlación de Spearman, La
matriz de correlación se calculó mediante el uso
del programa estadístico SPSS para Windows.
En este apartado se explica la evaluación de
modelos para el desarrollo del índice, señalan que
la construcción de un modelo requiere el análisis
por etapas de aspectos diversos [34]. Se
enumeran a continuación:
1. Desarrollo de un marco conceptual
2. Selección de los indicadores
3. Análisis multivariado
4. Imputación de datos perdidos
5. Normalización de los datos
6. Ponderación de la información
7. Agregación de la información
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
159
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8. Análisis de robustez y sensibilidad
El desarrollo de un marco es fundamental, puesto
que sustenta de manera conceptual la generación
del indicador compuesto, es a partir de ese marco
que se justifica la construcción del indicador,
brinda pertenencia y razón de ser a los valores
que se analizan. Una vez definido el marco
conceptual, es necesario evaluar los indicadores
que se desean estudiar. Esta etapa debe remitirse
a un proceso previo de generación, el cuál es
básico para la construcción de los mismos e
incorporarse a parámetros diversos [35].
Para la construcción del Índice de Habitabilidad
Térmica (IHT), se obtuvo del análisis de
información relacionada a la investigación y se
planteó un diseño de estudio descriptivo, no
experimental y transversal, donde se adecúo la
fórmula de confort (COMFA) [29]. Se realizó
inicialmente una propuesta de indicadores en las
categorías de ambiente térmico, habitante y
contexto urbano. Posteriormente, se llevó a cabo
el método Delphi y con la opinión de los
investigadores expertos en el área de medio
ambiente y Urbanismo, se efectuó una
depuración a 25 indicadores para la construcción
del IHT, donde se tomó en cuenta el factor de
complejidad, relevancia y accesibilidad de la
información. Ver figura 10.
Figura 10. Proceso metodológico para la obtención de un
IHT. Fuente: Elaboración propia.
Una vez obtenido el grupo de indicadores, se hizo
una agrupación de variables de las tres categorías
y se realizó el análisis estadístico. Cabe señalar,
que al efectuar la evaluación de los indicadores
del IHT, se asignó un valor a cada variable
estudiada y de esta manera se obtuvo la escala de
Habitabilidad Térmica del espacio público
analizado, lo que determina la validación del
índice, que, al contrastar los datos teóricos con
los obtenidos en campo, confirma que el IHT es
reproducible, medible y adaptable a cualquier
lugar sin importar las condiciones
meteorológicas que se tengan.
Se aprecia que las ponderaciones mayores
corresponden a los indicadores de ambiente
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
160
ISSN: 2594-1925
térmico y de habitante, no obstante, los de
contexto urbano son más y tienen su nivel de
importancia para el desarrollo del índice. De
acuerdo a esto, se planteó una escala de cuatro
puntos para evaluar los indicadores que
participan en el índice señalado y conocer el
grado de habitabilidad térmica que posee un
espacio de convivencia público exterior.
Fórmula para obtener el grado de habitabilidad
térmica.
𝐼𝐻𝑇 =
(
∑nATi
)
0.40 +
(
∑nHi
)
0.25 +
(
∑nCUi
)
0.35
𝑖 = 1
𝑛
Donde:
IHT= Índice de Habitabilidad Térmica
∑= Sumatorio
n= número de casos
i= donde hay que comenzar la suma
ATi= Variables de ambiente térmico
Hi= Variables de habitante
CUi= Variables de contexto urbano
0.40= coeficiente de habitabilidad térmica ambiente
térmico
0.25= coeficiente de habitabilidad térmica habitante
0.35= coeficiente de habitabilidad térmica contexto urbano
Se explica, que la propuesta de escala de cuatro
puntos es un parámetro de la relación existente
entre las variables de ambiente térmico, de
habitante y de contexto urbano, que otorga
utilidad en espacios de convivencia públicos
exteriores y define el nivel de habitabilidad
térmica. Ver tabla 2.
Tabla 2. Propuesta de valoración de habitabilidad térmica.
Escala de habitabilidad térmica
< 0.25
Habitabilidad térmica baja
0.25 < 0.50
Habitabilidad térmica media
0.50 < 0.75
Habitabilidad térmica moderada
0.75 < 1.0
Habitabilidad térmica alta
Fuente: Elaboración propia con base en Duarte, 2013
3. Resultados y Discusiones
Ahora, se muestran resultados del estudio
realizado en los espacios de convivencia públicos
exteriores para el periodo frío. Ver figuras
correspondientes al periodo frío.
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
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Figura 11. Datos de variables de ambiente térmico del IHT periodo frío. Fuente: Elaboración propia.
Figura 12. Datos de variables de habitante del IHT periodo frío. Fuente: Elaboración propia.
Nivel de
Actividad
Metabólica
(Met) PC y PF
(pasiva)
Temperatura
Neutral (°C )
Porcentaje de
Preferencia
Térmica (%)
PC (más frío)
PF (sin
cambio)
Porcentaje de
Tolerancia
Térmica (%)
PC y PF
(tolerable)
Porcentaje de
Aceptación
Térmica (%)
PC y PF
(aceptable)
Periodo frío
77.1 24.5 55.1 69.9 68.1
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Porcentaje
Valores de IHT
Variables de habitante del IHT
TBS
promedio de
máximas
(°C)
TBS
promedio de
mínimas
(°C )
TBS
promedio de
máximas de
SV (°C )
TBS
promedio de
máximas de
SH (°C )
TBS
promedio de
máximas de
SVMP (°C)
HR
promedio de
máximas
(%)
VV
promedio
(m/s)
Periodo frío
28.3 16.3 28.1 37 35.9 84.4 0.2
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Porcentaje
Valores promedio
Variables de ambiente térmico del IHT
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Figura 13. Datos de variables de contexto urbano del IHT periodo frío. Fuente: Elaboración propia.
A continuación, se muestra el valor promedio de la permeabilidad solar para el periodo frío, mediante
el método de Fotogrametría [37]. Ver figura 14.
Figura 14. Datos de contexto urbano del IHT periodo frío. Fuente: Elaboración propia.
1 2
Permeabilidad solar
promedio (%) PC (media)
PF (baja)
80 60
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Porcentaje
1=Jardín Municipal 2=Alameda Municipal
Variable de contexto urbano del IHT
1 2
Área de vialidades y
rodamiento (m2)
2963 2963
Área de andadores, circulación
de peatones y no motorizados
(m2)
6943 6943
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
m2
1 y 2= Datos promedio periodo frío
Variables de contexto urbano del IHT
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
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Para finalizar con las variables de contexto
urbano que abonan al desarrollo del IHT, se
muestran los valores promedio de albedo urbano
(AU) de áreas medidas y el calor antropogénico
(CA) generado por vehículos estacionados
circundantes a espacios públicos. Ver figura 15.
Figura 15. Datos de contexto urbano del IHT periodo frío. Fuente: Elaboración propia.
Ahora bien, durante el proceso de análisis de
datos por las condiciones de la investigación, se
determinó utilizar la regresión lineal múltiple
entre las variables meteorológicas de TBS, HR y
VV, y las ordinales de ST, PT, TT y AT. Una vez
obtenida la regresión lineal múltiple, se procedió
a asociar dichas variables con la correlación de
Spearman, para saber el nivel de significatividad
entre cada una de ellas y obtener los datos del
IHT.
A continuación, se presentan las tablas que
marcan la prueba ANOVA y de coeficiente para
determinar las diferencias entre las medias de las
variables analizadas en el periodo frío. En lo que
concierne a la correlación de Spearman, se
presentó el grado de correlación lineal entre la ST
Calor
antropogénic
o promedio
generado por
vehículos
estacionados
(W/m2)
Albedo
urbano
promedio de
áreas
horizontales
(W/m2)
Albedo
urbano
promedio de
áreas
verticales
(W/m2)
Albedo
urbano
promedio de
mobiliario
público
(W/m2)
Periodo frío
21.7 0.48 0.38 0.43
0
5
10
15
20
25
W/m2
Valores de IHT
Variables de Contexto Urbano del IHT
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y variables de ambiente térmico, donde se
muestra que solo la VV presentó nivel de
asociación muy débil. Ver tabla 3.
Tabla 3. Correlación de Spearman entre variables de ambiente térmico y ST periodo frío.
Temperatura de
bulbo seco
Humedad
relativa
Velocidad de
viento
Sensación
térmica del
habitante
Rho de
Spearman
Temperatura de
bulbo seco
Coeficiente de
correlación
1,000
-.610
**
.086
*
.502
**
Sig. (bilateral)
.
.000
.044
.000
N
554
554
554
554
Humedad
relativa
Coeficiente de
correlación
-.610
**
1,000
-.122
**
-.460
**
Sig. (bilateral)
.000
.
.004
.000
N
554
554
554
554
Velocidad de
viento
Coeficiente de
correlación
.086
*
-.122
**
1,000
.068
Sig. (bilateral)
.044
.004
.
.108
N
554
554
554
554
Sensación
térmica del
habitante
Coeficiente de
correlación
.502
**
-.460
**
.068
1,000
Sig. (bilateral)
.000
.000
.108
.
N
554
554
554
554
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Elaboración propia.
Para la PT, se muestra que solo la variable de VV
presentó una asociación en nivel muy débil, con
respecto a la TBS y HR, no existió ninguna
asociación. Ver tabla 4.
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
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Tabla 4. Correlación de Spearman entre variables de ambiente térmico y PT periodo frío.
Temperatura de
bulbo seco
Humedad
relativa
Velocidad de
viento
Preferencia
térmica del
habitante
Rho de
Spearman
Temperatura de
bulbo seco
Coeficiente de
correlación
1,000
-.610
**
.086
*
-.392
**
Sig. (bilateral)
.
.000
.044
.000
N
554
554
554
554
Humedad
relativa
Coeficiente de
correlación
-.610
**
1,000
-.122
**
.416
**
Sig. (bilateral)
.000
.
.004
.000
N
554
554
554
554
Velocidad de
viento
Coeficiente de
correlación
.086
*
-.122
**
1,000
-.057
Sig. (bilateral)
.044
.004
.
.179
N
554
554
554
554
Preferencia
térmica del
habitante
Coeficiente de
correlación
-.392
**
.416
**
-.057
1,000
Sig. (bilateral)
.000
.000
.179
.
N
554
554
554
554
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Elaboración propia.
Con relación a la TT, ésta presentó asociación
con todas las variables meteorológicas en el nivel
de débil para la VV, muy débil la HR y nulo para
la TBS. Ver tabla 5
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
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ISSN: 2594-1925
Tabla 5. Correlación de Spearman entre variables de ambiente térmico y TT periodo frío.
Temperatura
de bulbo seco
Humedad
relativa
Velocidad
de viento
Rho de
Spearman
Temperatura
de bulbo seco
Coeficiente
de
correlación
1,000
-.610
**
.086
*
Sig. (bilateral)
.
.000
.044
N
554
554
554
Humedad
relativa
Coeficiente
de
correlación
-.610
**
1,000
-.122
**
Sig. (bilateral)
.000
.
.004
N
554
554
554
Velocidad de
viento
Coeficiente
de
correlación
.086
*
-.122
**
1,000
Sig. (bilateral)
.044
.004
.
N
554
554
554
Tolerancia
térmica del
habitante
Coeficiente
de
correlación
.090
*
-.057
.037
Sig. (bilateral)
.035
.181
.391
N
554
554
554
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Elaboración propia.
Con respecto a la AT, se muestra el nivel de
asociación con las variables meteorológicas,
donde la VV tuvo el nivel de moderado, la HR
presentó nivel de débil y la TBS correspondió al
nivel de muy débil. Ver tabla 6.
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 3 (3): 145-172
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Tabla 6. Correlación de Spearman entre variables de ambiente térmico y AT periodo frío.
Temperatura
de bulbo seco
Humedad
relativa
Velocidad
de viento
Aceptación
térmica del
habitante
Rho de
Spearman
Temperatura
de bulbo seco
Coeficiente
de
correlación
1,000
-.610
**
.086
*
.105
*
Sig. (bilateral)
.
.000
.044
.014
N
554
554
554
554
Humedad
relativa
Coeficiente
de
correlación
-.610
**
1,000
-.122
**
-.087
*
Sig. (bilateral)
.000
.
.004
.042
N
554
554
554
554
Velocidad de
viento
Coeficiente
de
correlación
.086
*
-.122
**
1,000
.025
Sig. (bilateral)
.044
.004
.
.562
N
554
554
554
554
Aceptación
térmica del
habitante
Coeficiente
de
correlación
.105
*
-.087
*
.025
1,000
Sig. (bilateral)
.014
.042
.562
.
N
554
554
554
554
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
La evaluación de datos para la construcción de un
índice resulta ser necesaria, ya que permite
apreciar el margen de error entre los datos
teóricos obtenidos de fuentes especializadas y los
registrados en campo, de esta manera la
investigación posee mayor certeza y
confiabilidad en los resultados que se presentan y
permite al interesado asegurar la utilidad del
índice de espacios públicos exteriores en
cualquier lugar de aplicación, sin importar las
condiciones meteorológicas y de sitio que se
tengan. Ahora bien, se muestra el desarrollo del
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ejercicio de la evaluación de datos con la
aplicación de los 25 indicadores que conforman
el Índice de Habitabilidad Térmica para espacios
de convivencia públicos exteriores. Ver tabla 7.
Tabla 7. Validación de indicadores propuestos para el Índice de Habitabilidad Térmica periodo frío (IHT).
Categoría
Nombre del indicador
Datos teóricos
Datos
obtenidos
en campo
Ambiente
térmico
Temperatura de bulbo seco promedio
de máximas periodo frío.
28.0 °C
28.3 °C
Temperatura de bulbo seco promedio
de mínimas periodo frío.
19.0 °C
16.3 °C
Temperatura de bulbo seco promedio
de máximas de superficies verticales
periodo frío.
Se sugiere el empleo de un psicrómetro
digital para medir la radiación infrarroja
de la superficie vertical representativa del
espacio y/o el registro y cálculo de datos
con el uso del programa Heliodón o
método similar.
28.1 °C
Temperatura de bulbo seco promedio
de máximas de superficies
horizontales periodo frío.
37.0 °C
Temperatura de bulbo seco promedio
de máximas de superficies verticales
de mobiliario periodo frío.
35.9 °C
Humedad relativa promedio periodo
frío.
78.0 %
84.4 %
Velocidad de viento promedio
periodo frío.
2.6 m/s
0.20 m/s
Radiación solar en el plano horizontal
promedio period frío.
4.3 W/m
2
4.5 W/m
2
Habitante
Nivel de actividad metabólica.
Actividad en reposo:
58 a 87 W/m
2
58 a 87
W/m
2
Temperatura neutral.
Se presenta un modelo de registro de este
rubro en la cédula de información de
acuerdo a normatividad vigente basado
en las normales climatológicas, programa
Meteonorm o método similar.
Fuente: (Norma ISO 10551).
24.5 °C
Porcentaje de preferencia térmica
periodo frío.
Se realiza un prototipo de cuestionario
para Índice de Habitabilidad Térmica
(IHT) basado en la norma ISO
10551:1995, que se pueda aplicar en
cualquier lugar o método similar.
55.1% (sin
cambio)
Porcentaje de tolerancia térmica
periodo frío.
69.9%
(tolerable)
Porcentaje de aceptación térmica
periodo frío.
68.1 %
(aceptable)
Contexto
urbano
Área de vialidades y rodamiento.
Se sugiere el empleo de una cinta
métrica, distanciómetro con láser y/o la
3044 m
2
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aplicación de Google Maps como método
auxiliar o método similar.
Área de andadores, circulación de
peatones y vehículos no motorizados.
6835 m
2
Calor antropogénico promedio
generado por vehículos estacionados
periodo frío.
Cálculo en W/m² con programa Heliodón
con base en normatividad vigente en el
sitio o método similar.
21.7 W/m
2
Albedo urbano promedio de áreas
horizontales periodo frío.
24.4 W/m
2
Área promedio de edificación.
Se sugiere el empleo de una cinta
métrica, distanciómetro con láser y/o la
aplicación de Google Maps como método
auxiliar o método similar.
44.4 m
2
Altura promedio de edificación.
4.7 m
Albedo urbano promedio de áreas
verticales periodo frío.
Cálculo en W/m² con programa Heliodón
con base en normatividad vigente en el
sitio o método similar.
20.9 W/m
2
Área promedio de copa de árboles.
Se sugiere el empleo de una cinta
métrica, distanciómetro con láser y/o la
aplicación de Google Maps como método
auxiliar o método similar.
4.4 m
2
Área promedio de sombreado de
árboles periodo frío.
7.6 m
2
Permeabilidad solar promedio periodo
frío.
Se desarrolla un modelo de medición de
permeabilidad solar con base en literatura
y normatividad vigente en el sitio o
método similar.
Baja
Albedo urbano promedio de
mobiliario público periodo frío.
Cálculo en W/m² con programa Heliodón
con base en normatividad vigente en el
sitio o método similar.
23.3 W/m
2
Áreas verticales promedio de
mobiliario público.
Se sugiere el empleo de una cinta
métrica, distanciómetro con láser y/o la
aplicación de Google Maps como método
auxiliar o método similar.
2.4 m
2
Fuente: Elaboración propia con base en la bibliografía especializada.
En lo que respecta al análisis de datos de la
investigación, se utilizó la regresión lineal
múltiple con las variables meteorológicas en el
periodo frío (temperatura de bulbo seco
promedio de máximas, temperatura de bulbo
seco promedio de mínimas, temperatura de bulbo
seco promedio de máximas de superficies
verticales, temperatura de bulbo seco promedio
de máximas de superficies horizontales,
temperatura de bulbo seco promedio de máximas
de superficies verticales de mobiliario público,
humedad relativa promedio de máximas,
velocidad de viento promedio y radiación solar
en el plano horizontal promedio y las variables
ordinales (porcentaje de sensación, preferencia,
tolerancia y aceptación térmica).
Obtenidos estos resultados, se manejó el
coeficiente de correlación de Spearman, son la
expresión numérica que indica el grado de
relación lineal existente entre variables
cuantitativas o de intervalo y ordinales. En
cuanto a la sensación térmica, se apreció que la
escala (ni calor ni frío) tuvo el porcentaje mayor
en este periodo, no obstante, la preferencia
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térmica lo fue en la escala de (sin cambio). Los
resultados de la tolerancia térmica manifestaron
que la escala (tolerable), fue la elegida por los
encuestados y sobre la aceptación térmica se
apreció que la escala (aceptable), fue la
frecuencia mayor de respuestas de los habitantes.
4. Conclusiones
La evaluación de datos para la construcción de un
índice resulta ser fundamental, admite el margen
de error que se pueda tener entre los registros de
fuentes confiables (datos teóricos) y los
obtenidos en mediciones de campo, asimismo,
brinda la certeza, que quien utilice el índice le sea
conveniente y de beneficio para la sociedad. La
aplicación generalizada del método, queda de
manifiesto en su inclusión como parte de las
normativas relacionadas a la evaluación del
ambiente térmico. Según valores obtenidos de la
correlación de Spearman, las variables de
ambiente térmico para el desarrollo del índice,
resultaron ser las de influencia mayor y
asociación lineal, por el efecto en la estimación
del habitante y en su nivel de sensación (0.068
r2), preferencia (0.057 r2), tolerancia (0.037 r2)
y aceptación térmica (0.025 r2) para el periodo
frío, donde se tiene que r2 significa coeficiente
de determinación. De acuerdo a lo anterior, los
resultados señalan que la sensación y preferencia
térmica fueron de nivel moderado en el periodo
frío, no obstante, la tolerancia y aceptación
térmica tuvieron una proximidad en los
resultados, donde los habitantes refirieron que
toleran y aceptan más el calor que el frío. De
acuerdo al análisis de datos con la correlación de
Spearman, la variable de velocidad de viento
(VV), tuvo asociación significativa bilateral
mayor con todas las variables ordinales,
asimismo, la temperatura de bulbo seco y
humedad relativa tuvieron asociación
significativa bilateral en la tolerancia y
aceptación térmica en el periodo frío. Se sugiere
que el estudio presentado se considere para
investigaciones futuras, donde las variables e
indicadores utilizados permitan crear otro tipo de
índice que promueva la satisfacción general de
los habitantes en espacios exteriores, de igual
manera, coadyuvar con los organismos
municipales en mejorar las condiciones de
confort y de habitabilidad de sus espacios
públicos, además de contribuir con la integración
social, el medio natural y contexto urbano.
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