1. Introducción
El mercado internacional de producción de
sal, se encuentra dominado por China con
58 millones de toneladas, seguido de
Estados Unidos con 48 millones de
toneladas, produciendo conjuntamente el
39.8% de la producción mundial anual, en la
que México contribuye con 8.9 millones de
toneladas anuales, según datos reportados al
2016 por la Secretaría de Economía del
Gobierno de México [1]. En México, el
principal productor se encuentra en
Guerrero Negro, Baja California Sur, quien
produce el 82% de la sal para exportación y
restando un 18% para el mercado interno.
Se concentra el 94% de esta producción en
los estados de Veracruz (63.5%), Nuevo
León (17%) y Sonora (13.5%) siendo un 6%
producido en el resto del país.
En el estado de Colima, México, la principal
zona de extracción de sal se encuentra
ubicada entre los municipios costeros de
Manzanillo y Armería. La producción de sal
a partir del proceso de evaporación solar
prevalece en la actualidad de manera
artesanal en la región suroeste de Colima,
México. Los productores de sal se localizan
principalmente en Cuyutlán, este último
ubicado en el municipio de Armería,
Colima, México. La producción de
salmuera se genera mediante el llenado de
estanques denominados eras, donde, a partir
de la evaporación del agua de mar se obtiene
la sal y minerales asociados como el sulfato
de calcio, cloruro de calcio, entre otros. La
producción de sal es una actividad industrial
importante en la región, realizada
principalmente por la Sociedad Cooperativa
de Salineros de Colima S.C.L., el área del
municipio de Armería es de 4283 hectáreas
de las que las salineras de Cuyutlán
presentan una superficie de 3360 hectáreas
dedicadas a la extracción de sal [1]. El
periodo de producción es limitado a seis
meses aproximadamente, dos meses de
preparación y cuatro de recolección
comprendidos entre marzo y junio, debido
al inicio de la temporada de lluvias que, por
la situación geográfica de la Laguna de
Cuyutlán, es clasificada como zona de
riesgo, debido a la presencia de fenómenos
meteorológicos, como huracanes y fuertes
tormentas [2].
La zona geográfica donde se encuentran los
campos de producción de sal no cuenta con
un suministro de energía de la red eléctrica,
debido a la salinidad del suelo. El proceso
de producción exige el llenado de estanques
de evaporación (eras), que se realiza por
medio del uso de motobombas con equipo
electrógeno a base de gasolina. Este proceso
limita la producción ya que el llenado es
manual y es realizado horas antes del
amanecer, para evitar la exposición a la
radiación solar, de igual manera, representa
un alto costo en el consumo de combustible,
además de la contaminación generada por
los residuos de la combustión y aceites
empleados en el proceso. Ante esta
condición, no es posible mantener una
producción sostenida para atender la
demanda comercial de sal [3]. En contra
parte, debido a las condiciones geográficas,
se presenta una alta incidencia de
irradiación global horizontal de
aproximadamente 5.4 kWh/m2 [4] durante
el periodo de zafra o extracción de sal,
comprendido entre los meses de marzo a
junio, condición que permite utilizar dicho
recurso para producción de energía eléctrica
mediante tecnología fotovoltaica. La
aplicación de tecnología fotovoltaica en la
producción de sal solar, es incipiente, se
reporta principalmente métodos para