Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 2 (2): 50-57
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ISSN: 2594-1925
a. Barreras rectangulares
En la figura 2 se muestran mapas de DLE para dos
barreras rectangulares, una alta y estrecha en la
parte (a) y otra baja y ancha en la parte (b), sus
correspondientes parámetros se indican en el pie
de figura.
Observando el mapa de contorno de la figura 2 (a),
lo más llamativo es sin duda el patrón de franjas
que se encuentra a la izquierda de la barrera,
alternando entre los colores amarillo y azul
intenso. Estas son franjas de interferencia, las
cuales permiten visualizar con claridad la
naturaleza ondulatoria del electrón.
En esta región, de acuerdo a la ecuación (3), la
función de onda electrónica es una combinación
de dos términos exponenciales, la onda incidente
y la onda reflejada
, cuya interferencia
produce una onda estacionaria que se manifiesta
como el patrón de franjas observado en la figura
mencionada. Se puede apreciar que parte de las
franjas invade la región izquierda de la barrera. De
acuerdo a la mecánica clásica, ésta es una región
prohibida para partículas materiales. Sin embargo,
aquí se aprecia visualmente en este ejemplo que
en la mecánica cuántica existe probabilidad de que
el electrón se encuentre en la región de la barrera.
Este efecto cuántico se conoce como el fenómeno
de penetración de barrera, y queda exhibido muy
claramente en esta representación gráfica.
A la derecha de la barrera, en lugar de una
estructura de franjas aparece un fondo azul
constante. La ausencia de franjas en esta región se
debe a que la onda transmitida, dada por la
ecuación (4), consta de sólo un término
exponencial, de tal forma que, al tomar el módulo
cuadrado de la función de onda transmitida, en
lugar de interferencia, se obtiene para cada energía
E un valor constante de la DLE, igual a
, o
sea, al coeficiente de transmisión.
Por otro lado, a energías de incidencia por encima
de la barrera se observan cosas diferentes. En la
figura 2 (a) se observa que en aproximadamente
, una línea horizontal corta las franjas
de interferencia que se encuentran en la región
izquierda. Se trata de una condición de resonancia
en la cual la probabilidad de transmisión se
incrementa a su valor máximo (que es la unidad)
a una energía específica llamada energía de
resonancia. Para mayor claridad del efecto, se
incluye en el mapa de contorno una curva de nivel
de valor 0.98, intencionalmente muy cercano a la
unidad (línea sólida).
La franja de la resonancia se prolonga hasta la
parte derecha de la barrera en donde se aprecia un
camino entre dos líneas paralelas definidas por la
curva de nivel, un camino por el cual se transmiten
los electrones de izquierda a derecha con
probabilidad del orden de uno. La razón por la
cual las franjas de interferencia del lado izquierdo
“se borran” a la energía de resonancia, es porque
cuando la transmisión es total, la reflexión es cero,
.
En consecuencia, de acuerdo a la ecuación (3),
sólo sobrevive uno de los dos términos
exponenciales y por lo tanto no habrá interferencia
a esa energía, y sin interferencia no hay franjas.
Otro detalle que se aprecia en la gráfica de la
figura 2 (a) es una mancha roja intensa entre el
borde de la barrera y la energía de resonancia. Esto
muestra una acumulación de la densidad de
probabilidad que indica que ahí la probabilidad de
encontrar al electrón es más alta que en cualquier
otro lugar.
Como la mancha roja se extiende en un rango de
energías que incluye la resonancia y también
energías fuera de resonancia, significa que de los
electrones que acumulan ahí, algunos se
transmiten a derecha con alta probabilidad, y otros
se reflejan. Es interesante el hecho de que aún a
energías superiores a la altura de la barrera ocurra
reflexión.