una correlación entre ellas [6] . Sin embargo,
también se expresó la incertidumbre de utilizar
épsilon como estimador en la MIS [8] para
obtener la respuesta estructural para el caso
donde se tenían registros sísmicos de una fuente
cercana y donde además la estructura analizada
no fuera dominada por su primer modo de
vibración (comportamiento inelástico). Con esto,
se ha logrado incorporar un parámetro de forma
espectral que permite una mayor aproximación
en la respuesta estructural y reduce las
limitaciones de las MIS en estructuras con
comportamiento no lineal edificadas en lugares
donde se presentan sismos de fuente cercana [5].
Además, dado que todos los estudios estaban
limitados a estructuras regulares en dos
dimensiones, se han realizado pruebas usando
cinco MIS aplicadas a un edificio irregular de tres
dimensiones con problemas de torsión debido al
efecto de registros sísmicos bidireccionales
superficiales. Se concluyó que Sa(T1) muestra
una débil correlación con la distorsión de
entrepiso y de azotea debido a su inhabilidad de
capturar los modos fundamentales a través de las
ordenadas espectrales [9]. Posteriormente, se
implementaron el uso de una MIS que considera
el parámetro de aceleración espectral en el primer
modo de la estructura y el parámetro Np
considerando sismos de fuente cercana y de
banda angosta. Los resultados mostraron que esta
nueva MISV se comportaba de manera apropiada
en cuanto a eficiencia, suficiencia y robustez al
escalamiento, con respecto a otras MISV que se
han usado históricamente [7].
Debido a los resultados de las investigaciones en
la primera década del siglo XXI respecto a
MISV, y sobre todo de aquellas basadas en la
forma espectral, surgieron un gran número de
estudios [10-12, 15, 16, 20-26] en los cuales
revisaban el desempeño sísmico de diferentes
MIS. De manera general se destaca que algunas
medidas son más apropiadas que otras para
ciertos casos puntuales, pero que, en general, las
MISV basadas en la forma espectral representan
la mejor opción en cuanto a predicción de la
respuesta con la menor incertidumbre, sobre todo
para aquellas estructuras que se desvinculan del
rango elástico.
Posteriormente, dada la complejidad en los
diferentes tipos de estructuras y que las
propiedades de los movimientos del suelo con
respecto a la amplitud, frecuencia y duración no
pueden ser caracterizadas por una sola MIS [27],
se creó una MISV compuesta de seis diferentes
MIS escalares denominada IMPLS. El objetivo
principal de su estudio no fue buscar la mejor
MIS sino proponer un nuevo enfoque para
desarrollar una MIS para predecir respuestas
estructurales bajo los supuestos de los análisis de
demanda sísmica probabilística para sistemas de
un solo grado de libertad, con la premisa que no
tiene por qué utilizarse una sola medida cuando
se pueden abarcar un conjunto de estas para
minimizar los problemas de dependencia
estructural. Los resultados implican que IMPLS
es lo suficientemente robusta para predecir la
respuesta en edificios con comportamiento
histerético y se considera con suficiente utilidad
para los parámetros de demanda sísmica.
Por otro lado, las curvas de fragilidad,
representadas en función de la probabilidad de
falla ligada a una MIS, pueden ser obtenidas a
partir de dos o más componentes en el vector de
la MISV [28]. Existe un gran número de
enfoques para elaborar curvas de fragilidad con
distintas suposiciones y restricciones a
considerar [29]. Se han abordado distintos
enfoques como simulaciones con el método de
Montecarlo para reducir las incertidumbres
asociadas a las demandas sísmicas y
probabilidades de colapso [30], análisis en la
nube basados en modelos de regresión lineal [31]
y estimaciones de densidad de Kernel para
calcular la probabilidad condicional de la