Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203.
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Universidad Autónoma de Baja California ISSN 2594-1925
Volumen 5 (4): e203. Octubre-Diciembre. https://doi.org/10.37636/recit.v5n4e203.
1
ISSN: 2594-1925
Estudios de caso
Habitabilidad de la vivienda social. Caso: Fraccionamiento Urbi
Villa del Cedro, Culiacán, Sinaloa
Habitability of low-cost housing. Case: Urbi Villa del Cedro, Culiacán,
Sinaloa
Carolina Barraza-Bracamontes1, Yazmin Paola Íñiguez-Ayón1, César Domingo Íñiguez-Sepúlveda1,
Gonzalo Bojórquez -Morales2
1Universidad Autónoma de Sinaloa, Blvd. de las Américas S/N y Priv. Universitarios, Cd. Universitaria, 80013,
Culiacán Rosales, Sinaloa, México.
2Universidad Autónoma de Baja California, Bulevar Benito Juárez S/N, Unidad Universitaria, 21280 Mexicali, Baja
California, México.
Autor de correspondencia: Dra. Yazmín Paola Íñiguez Ayón, Planeación y Desarrollo Sustentable, Universidad Autónoma
de Sinaloa, Blvd. de las Américas S/N y Priv. Universitarios, Cd. Universitaria, 80013, Culiacán Rosales, Sinaloa, México. E-
mail: paola.inigueza@uas.edu.mx. ORCID 0000-0002-7503-7815.
Recibido: 11 de Octubre del 2021 Aceptado: 23 de Noviembre del 2022 Publicado: 28 de Noviembre del 2022
Resumen. - El concepto de la habitabilidad tiene que ser tomado en cuenta e implementado en las políticas de vivienda sobre todo
en el siglo XXI, debido a que es importante buscar las condiciones óptimas de confort, y generar una satisfacción por el espacio
que se habita. El objetivo de este trabajo fue describir la habitabilidad de la vivienda social en la ciudad de Culiacán, Sinaloa,
desde dos enfoques, uno psicosocial y el otro físico-espacial para determinar la habitabilidad de los espacios arquitectónicos de
la vivienda social. El tipo de investigación fue descriptivo-explicativo y se desarrolló en dos vertientes, la primera fue psicosocial,
y la segunda físico-espacial. La primera se realizó a través del estudio de las relaciones del individuo con su vivienda midiendo la
habitabilidad psicosocial mediante la aplicación de un cuestionario y, en la segunda se midió la habitabilidad térmica, acústica y
lumínica utilizando diferentes instrumentos de medición mecánicos según el tipo de habitabilidad. Los resultados obtenidos se
compararon con la normatividad internacional y nacional; aunque un primordial descubrimiento fue la inexistencia de un marco
normativo propio para establecer criterios específicos para evaluar la confortabilidad en la vivienda social. Con los resultados
obtenidos en esta investigación se observó que los encuestados sienten satisfacción y orgullo por su vivienda, por considerarla un
patrimonio familiar. Sin embargo, la percepción de los espacios se encontró una tendencia a calificarlos negativamente, debido a
que los espacios fueron diseñados con los metros cuadrados mínimos. En las cuestiones técnicas como térmica, acústica y lumínica
se observó que la mayoría de las viviendas no alcanzaron los estándares para tener viviendas confortables. A partir de este tipo
de estudios se puede observar, describir y medir las problemáticas físicas y espaciales derivadas de no tomar en cuenta los
preceptos de la habitabilidad y diseñar los espacios arquitectónicos de las viviendas sociales con los elementos mínimos.
Palabras clave: Habitabilidad; Vivienda social; Habitabilidad psicosocial; Confort térmico; Confort lumínico.
Abstract. - The concept of habitability has to be considered and implemented in housing policies, especially in the 21st century,
because it is vital to seek optimal comfort conditions and generate satisfaction with the inhabited space. This work aimed to describe
the habitability of social housing in the city of Culiacán, Sinaloa, from two approaches, one psychosocial and the other physical-
spatial, to determine the habitability of the architectural spaces of social housing. The type of research was descriptive-explanatory
and was developed in two aspects, the first was psychosocial, and the second was physical-spatial. The first was carried out by
studying the individual's relationship with his home and measuring psychosocial habitability through a questionnaire. In the
second, thermal, acoustic, and light habitability was measured using different mechanical measuring instruments according to the
type of habitability. The results obtained were compared with international and national regulations. However, a significant
discovery was the inexistence of its normative framework to establish specific criteria for evaluating comfort in social housing. The
results obtained in this investigation showed that the respondents feel satisfaction and pride in their home, considering it a family
heritage. However, the perception of the spaces tended to rate them negatively because they were designed with minimum square
meters. In technical issues such as thermal, acoustic, and lighting, it was observed that most houses did not reach the standards to
have comfortable houses. From this study, it is possible to observe, describe and measure the physical and spatial problems derived
from not taking into account the precepts of habitability and designing the architectural spaces of social housing with the minimum
elements.
Keywords: Habitability; Low-cost housing; Psychosocial habitability; Thermal comfort; Lighting comfort.
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1. Introducción
La habitabilidad es el atributo de los espacios
construidos para satisfacer las necesidades
objetivas (dimensión físico-espacial) y subjetivas
(dimensión psicosocial) de los individuos y
grupos que los habitan [1]. Sin embargo, la
habitabilidad también debe enfocarse a satisfacer
las necesidades básicas a partir del uso eficiente
de los recursos disponibles, y con ello justificar
su fin social y ambiental de su existencia [2].
Por otra parte, a partir del primer decenio del
siglo veintiuno, la política de desarrollo de
vivienda social en México promovió la
construcción masiva de nuevos conjuntos
habitacionales en las periferias urbanas con ello
se favoreció una baja mezcla de uso de suelo,
ocasionado con ello problemas ambientales,
urbanos, sociales y económicos [3]. Lo que ha
generado una crisis urbana que afecta el
desarrollo social y económico de las personas
impactando en la calidad de vida, los espacios
públicos y la vivienda.
Asimismo, en México en el 2010 había
4,997,806 viviendas deshabitadas y para el 2020
este número se incrementó a 6,155,682 [4, 5].
Ante ello existe un 14 % de viviendas
deshabitadas algunas de las causas son la
migración, el desempleo, la violencia y espacios
públicos inadecuados [3]. Además, según datos
del Banco Interamericano de Desarrollo, la
calidad y materiales de los inmuebles son
deficientes en 35 de cada 100 viviendas [6].
Lo antes mencionado, denota que la producción
de vivienda social se ha centrado en atender la
demanda habitacional en términos físicos, pero
no ofrece una vivienda que cumpla los
requerimientos como morada de familias e
individuos, ni que resuelva las necesidades de las
personas como seres sociales, ofreciendo un
ambiente confortable y digno [7]. Esto ha
provocado que los habitantes terminen por
abandonar su vivienda [8].
Hablar de la vivienda social en México significa
establecer deficiencias en muchos aspectos y
dimensiones de la habitabilidad, un indicador de
ello son las viviendas deshabitadas o
abandonadas, y su baja cualificación como
hábitat, lo cual influye en la calidad de vida de la
población en general [7]. También, la vivienda
sobre todo la social, ha sufrido modificaciones a
lo largo del tiempo, a partir de 1980
disminuyeron las dimensiones de los espacios
básicos notablemente [9]. Aspectos que afectan
los principios de la habitabilidad.
Aunque existen estudios sobre la vivienda social,
estos tienen enfoques diferentes, la vivienda
social en México [3], la factibilidad de la
vivienda social [10], condiciones socio-
habitacionales de la vivienda de interés social
[11], experiencias y significado de la vivienda
social [12], confort térmico [13-16] factores
físicos y psicológicos relacionados con la
habitabilidad [17-19]. Sin embargo, en la
literatura se ha tocado muy poco el tema de la
habitabilidad desde los enfoques físico-espacial
y psicosocial.
El fenómeno de habitabilidad debe ser una
prioridad para los espacios privados de los
individuos, en este sentido la vivienda es el lugar
más íntimo de una persona y es en este recinto
donde la habitabilidad se evidencia cien por
ciento, pero no es exclusivo de este espacio [20].
Indudablemente existe una producción masiva de
vivienda, sin embargo, es pertinente medir los
estándares nimos de habitabilidad. Existe una
falta de información sobre la percepción, el
comportamiento, y satisfacción alcanzados por
los usuarios que habitan una vivienda [17], así
como una evaluación desde el aspecto físico,
espacial, arquitectónico y técnico de los distintos
espacios de los cuales está conformada la
vivienda. A partir de estos aspectos evaluar las
condiciones reales de habitabilidad.
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Por lo antes expuesto, existe una necesidad de
investigar sobre la vivienda desde el punto de
vista de la habitabilidad, a partir de un análisis
objetivo y subjetivo de los prototipos de vivienda
social y la relación con los usuarios. En este
sentido, el objetivo de esta investigación es
describir la habitabilidad de la vivienda social en
la ciudad de Culiacán, Sinaloa, desde dos
enfoques, el objetivo (físico-espacial) y subjetivo
(psicosocial), para determinar la situación en la
que se encuentran los espacios arquitectónicos a
partir de los indicadores de la habitabilidad.
1.1 La Habitabilidad en la Vivienda
El hábitat como concepto proviene del latín
habitare que significa vivir. Su principal
desarrollo proviene de la ecología, para la que el
hábitat es el ambiente o lugar que ocupa una
población biológica y al cual se encuentra
adaptada. Habitar es un rasgo fundamental del
hombre, es la raíz de todas sus construcciones,
desde las pequeñas casas en cuevas hasta los
grandes edificios que fueron hechos para habitar
[18].
Por otra parte, el estudio de la habitabilidad
surgió del interés por mejorar la vivienda, ya que,
al aumentar la población, se generó la exigencia
de la construcción masiva, orientándose
especialmente a la de interés social. En este
sentido, el hombre está en constante aprendizaje,
por ello el concepto de habitabilidad cambia
según la época y con ella deben cambiar los
estándares de calidad de este, es por lo que la
construcción principalmente de vivienda debe
buscar incorporar al objeto habitable elementos y
valores que enriquezcan el espacio, de manera
que este satisfaga a sus moradores. La
habitabilidad se trata de la unión de ciertas
condiciones que permiten a un ser vivo habitar o
morar un lugar [21].
La habitabilidad tiende a satisfacer necesidades
objetivas y subjetivas a partir de los espacios
construidos y estas necesidades están dadas por
los individuos y grupos que los habitan [18]. Esta
satisfacción de las necesidades objetivas está
relacionada con la dimensión físico-espacial, y la
parte subjetiva con la psicosocial, cada una de
estas dimensiones están inmersas en diferentes
factores como se muestra en la figura 1.
Figura 1. Modelo conceptual de la dimensión físico-espacial y psicosocial Fuente: Elaboración propia, basado en [17].
Los factores objetivos se componen por todos los
indicadores medibles o cuantificables que tienen
relación directa con la percepción que posee el
individuo de su hábitat, compuesto por la
vivienda, el vecindario y la ciudad. Los factores
subjetivos son las transacciones psicológicas que
se presentan entre las relaciones existentes entre
el individuo y su vivienda con el vecindario y la
ciudad; dependen directamente de la
interpretación particular de cada sujeto [17].
Por otra parte, la vivienda social estaba destinada
a satisfacer las condiciones básicas de
habitabilidad de las clases sociales con menos
recursos. Sin embargo, a finales del siglo XX y
primeras décadas del siglo XXI, el pensamiento
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funcionalista y global llegó a reducir el concepto
de vivienda social a vivienda mínima, que en
ciertas ocasiones es más económica, lo cual
implicó una reducción de la calidad del espacio y
los materiales, bajando la calidad de las
condiciones de habitabilidad y olvidando por
completo el ámbito bioclimático y confort del
usuario [9].
La habitabilidad en la vivienda se puede definir
también como el ámbito de ciertos factores y
variables espaciales y psicosociales de
comportamiento observables, que aluden a la
relación entre el individuo y el objeto
arquitectónico [22]. En consecuencia, dichos
factores y variables tienen una expresión de valor
diversa en cada uno de los conjuntos observados,
en donde la lectura transversal de los mismos
permite definir categorías de niveles de
habitabilidad deseados en la vivienda.
Por lo tanto, la habitabilidad en la vivienda, para
esta investigación, se abordará al nivel del
espacio habitable dentro de la vivienda, desde el
enfoque objetivo en donde se analizará y medirá
todo lo relacionado con los factores de la
habitabilidad en particular con temperatura,
sonido y luminancia, y el otro subjetivo, en el
cual se analizarán las perspectivas, expectativas,
necesidades y experiencias del usuario. A su vez,
el estudio de la habitabilidad dentro de la
vivienda se encuadra en diferentes tipos de
habitabilidad con sus respectivos factores, se
muestran en la tabla 1.
Tabla 1. Tipos y factores de habitabilidad en la vivienda.
Tipo de habitabilidad
Factores
Habitabilidad psicosocial
Percepción, seguridad,
felicidad, confort
Habitabilidad físico espacial
Espacio arquitectónico
Habitabilidad térmica
Temperatura del ambiente
Habitabilidad acústica
Nivel de ruido
Habitabilidad lumínica
Luminancia
Fuente: Elaboración propia, basado en [17]
2. Metodología
Este estudio se realizó a partir de dos enfoques:
el físico-espacial y el psicosocial. En el primero
se midió la habitabilidad térmica, acústica y
lumínica utilizando instrumentos de medición
como un monitor de estrés térmico, un luxómetro
y un sonómetro. Los resultados obtenidos se
compararon con la normatividad internacional
como la ISO 7243:2017 [23], BOE-A-2007-
18397 [24], Norma Nacional de Emisión de
Ruido y Ruido Ambiental [25] y EN 12464-1
[26]; y nacional como la NOM-015-STPS-2001
[27], NOM-011-STPS-2001 [28], NOM-025-
STPS-2008 [29], NOM-081-SEMARNAT-1994
[30] y a partir de ello se establecieron las
comparaciones de las mediciones in situ y las
determinadas por las normas establecidas. El
segundo se hizo a través del análisis de las
relaciones del individuo con su vivienda
midiendo la habitabilidad psicosocial a partir de
la percepción de este con respecto a: la seguridad,
la satisfacción por la vivienda, el confort
(acústico, térmico y lumínico) y el espacio
arquitectónico.
2.1 Caso de estudio
Para delimitar el caso de estudio de esta
investigación se emplearon diversos criterios:
a. Fecha de construcción de las viviendas: se
seleccionó un fraccionamiento con una
consolidación máxima de 10 años, esto
con el objetivo de seleccionar en la
muestra el mayor número de viviendas
sin modificaciones arquitectónicas.
b. Fraccionamiento compuesto por viviendas
de interés social: se busca conocer la
percepción de las personas que habitan
una vivienda social.
c. Fraccionamiento con condiciones adversas
al diseño: como antecedentes de siniestro
para conocer si la vivienda realmente
cumplió con su deber de proteger a los
usuarios cuando más se necesitó.
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Con base en los elementos anteriormente
mencionados, se seleccionó el fraccionamiento
Urbi Villa del Cedro, el cual cumple con todos
los criterios. Este fraccionamiento se encuentra
ubicado en la zona noroeste de la ciudad de
Culiacán (ver figura 2).
Figura 2. Plano de localización Fuente: Elaboración propia.
De la misma manera, para la elección del tipo de
vivienda del fraccionamiento (ver figura 3) se
consideraron los siguientes criterios [3], [31]:
a. Vivienda social unifamiliar.
b. Viviendas con el lote de construcción
no menor a los 96 ni mayor a los
120 m², pues estas son las medidas
que indica la ley de vivienda.
c. Viviendas con zonas habitables
básicas: estancia, sala, comedor,
cocina, dos recamaras, un baño
completo y un patio de servicio. Cabe
destacar que estos espacios deberán
contar con las medidas mínimas
enlistadas en el capítulo institucional.
d. Sin modificaciones arquitectónicas
del diseño original.
e. El precio de la vivienda no debe ser
mayor a los 118 y menor a 350 veces
el salario mínimo mensual del
Distrito Federal (VSMMDF).
f. Sistema constructivo similar.
g. Cualquier tipo de orientación de
fachada.
h. Que el habitante de la vivienda tenga
como mínimo un año viviendo en
ella.
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Figura 3. Viviendas fraccionamiento Urbi Villa del Cedro. Fuente: Elaboración propia.
La zona seleccionada del fraccionamiento se
compone de 837 lotes con las siguientes
características (tabla 2).
Tabla 2. Viviendas en fraccionamiento Urbi Villa del Cedro.
Características
Número de viviendas
Diseño original
256
Con modificaciones
439
Abandonadas
142
Total
837
Fuente: Elaboración propia.
A partir de estas características el universo a
estudiar se conformó por 256 viviendas, las
cuales están ubicadas en los cuatro puntos
cardinales y cada una está conformada por los
espacios básicos:
a. Sala comedor
b. Cocina
c. Dos recamaras
d. Un baño completo
e. Pasillo
f. Patio de servicio.
Las especificaciones de construcción de la
vivienda son:
1. Cimentación: losa de cimentación de
concreto con acero reforzado.
2. Estructura: muros de block con castillos y
cadenas de cerramiento, losa de concreto
armado.
3. Piso: vitropiso sencillo blanco.
4. Puertas: de mdf.
5. Ventanas: perfiles de aluminio con cristal
natural.
6. Instalación hidráulica: tubería de cobre tipo
M.
7. Instalación sanitaria: tubería de PVC.
2.2 Determinación de la muestra
Se utilizó un muestreo probabilístico [32]. Para
ello primero se procedió a seleccionar el número
de viviendas a analizar, para su elección se
consideraron los criterios para la elección del tipo
de vivienda del fraccionamiento anteriormente
expuestos.
La cantidad de viviendas se determinó a partir de
la siguiente ecuación [33]:

󰇛󰇜 (1)
Dónde:
n = tamaño de la muestra
N = Tamaño del universo (256)
p= probabilidad a favor (50 %)
q = probabilidad en contra (50 %)
d = nivel de precisión absoluta (10 %)
Z= constante determinada a partir del nivel de
confianza requerido (90 %, 1.65)
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El resultado al sustituir los valores en la ecuación
fue un total de 52 viviendas a caracterizar.
Para seleccionar dentro del fraccionamiento las
viviendas específicas a analizar se utilizó el
método de selección determinístico, el cual
consiste en realizar una encuesta en la primera
vivienda que cumpla con las características
señaladas y que el habitante recomiende una
siguiente vivienda para encuestar, así hasta
conseguir el total calculado. Al final se pudo
caracterizar a 54 viviendas.
2.3 Diseño de cuestionario
Para diseñar el cuestionario que se aplicó en esta
investigación, primero se hizo un análisis de tres
cuestionarios [34-36] los cuales contaron con
rubricas de univocidad, esta consiste en que un
grupo de expertos determine si los reactivos son
entendibles para el encuestado y si las respuestas
de estos ayudarían a cumplir con el propósito de
la investigación.
El cuestionario diseñado para esta investigación
se integró por 47 reactivos, de los cuales 30 se
preguntaron directamente a la persona para
conocer su percepción y 17 el encuestador
capturó con los datos arrojados por los
instrumentos de medición (monitor de estrés
térmico, luxómetro y sonómetro) colocadas in
situ, las mediciones fueron tomadas en un solo
momento, el día que se aplicó el cuestionario y
mientras duraba su aplicación. Además, se
dividió por tipos de habitabilidad, en cada
división se realizó una o máximo dos preguntas
por factor, al final de cada división se colocó un
apartado donde se capturaron los datos arrojados
por cada aparato de medición. La encuesta se
aplicó del 9 al 17 de mayo del 2018.
2.4 Medición de temperatura
La medición de la temperatura se llevó a cabo
con el monitor de estrés térmico el cual detecta la
temperatura y la clasifica con base en la
humedad. La denominación estándar mundial
para ello es la WBGT (Wet Bulb Globe
Temperature Index), este índice está compuesto
por tres parámetros: temperatura de evaporación
(tnw), temperatura global (tg) y temperatura del
aire (ta), al momento de medir, este instrumento
proporciona la temperatura actual del espacio y
los niveles de estrés térmico que se generan en el
mismo.
Una vez obtenidos los datos, se calculó el índice
WBGT [36] ISO 7243 [22], a partir de la
combinación de dos parámetros ambientales, la
temperatura de globo T y la temperatura de
humedad natural THN. Para espacios interiores,
sin radiación solar se calcula con la siguiente
ecuación:
    (2)
El THN, es la Temperatura Húmeda Natural, es
el valor indicado por un sensor de temperatura
recubierto de un tejido humedecido que es
ventilado de forma natural; TG es la temperatura
de globo, esta es la temperatura indicada por un
sensor colocado en el centro de una esfera de 150
mm de diámetro, con un coeficiente de emisión
medio de 90 (negro y mate) y tan delgado como
sea posible; por último, la TA, es la Temperatura
del Aire.
2.5 Medición de sonidos
Para la medición de sonidos se utilizó un
sonómetro el cual es un instrumento que permite
medir niveles de presión sonora, este mide el
nivel de ruido que existe en el lugar donde se
instale y en el momento dado, este trabaja con
unidades de decibeles. Lo que el sonómetro mide
se le conoce como contaminación acústica.
La metodología que se utilizó para medir este
parámetro fue la determinada por la norma
NOM-011-STPS-2001 [30], la cual indica que,
para evaluar el ruido, el punto de medición debe
ubicarse en el lugar donde la persona
habitualmente ocupe más tiempo de actividad o
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lo más cercano posible, la altura del sonómetro,
cuando las actividades se realicen de pie, debe ser
de 1.45 m, cuando se realicen sentados, el
micrófono debe colocarse a la altura de la cabeza
del individuo. Fue de esta manera como se
colocaba el instrumento a la hora de tomar la
medición.
2.6 Medición de Luminancia
Esta medición se hizo por medio de un luxómetro
el cual es un instrumento diseñado y utilizado
para medir niveles de iluminación o iluminancia
en luxes. El nivel de iluminación es la cantidad
de flujo luminoso por unidad de área medido en
un espacio donde se desarrollan actividades [23].
Este contiene una célula fotoeléctrica que capta
la luz y la convierte en impulsos eléctricos, los
cuales se interpretan en escala de luxes. Además,
para que el luxómetro este dentro de norma, debe
contar con: detector para medir la iluminación,
corrección conoidal, corrección de color y
exactitud de ± 5 % (considerando la
incertidumbre pre la calibración).
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana de
las condiciones de iluminación en los centros de
trabajo NOM-025-STPS-2008 [24], la
metodología para tomar las mediciones se divide
en dos partes, la primera es cuando en el espacio
se utiliza iluminación artificial y la segunda
cuando solo se requiere iluminación natural, para
el caso de esta investigación se retomó la
metodología para iluminación natural.
Los puntos de medición fueron seleccionados en
función de las necesidades y características de
cada espacio, de tal manera que describían el
entorno ambiental de la iluminación
confiablemente. Por lo tanto, en el caso de la
vivienda, se seleccionaron tres puntos de
medición diferentes dentro del espacio:
a. Espacio más cercano a la fuente de luz
natural
b. Espacio con mediana cercanía a la fuente
de luz natural
c. Espacio más alejado de la fuente de luz
natural
Como paso final, el cálculo del nivel promedio
de iluminación se realizó con la siguiente
ecuación:
Eₚ
󰇛󰇜 (3)
Donde:
Eₚ = nivel promedio en lux
Ei = nivel de iluminación medido en lux en cada
punto
N = Numero de mediciones realizadas
3. Resultados y discusión
De la muestra de 54 viviendas analizadas, se
identificaron las siguientes características. Las
personas tienen un promedio de vivir en su
vivienda de 4 años. En cuento a la orientación de
las viviendas (ver tabla 3) el 48 % está orientada
al norte, el 28 % al sur, el 9 % al poniente y por
último el 15 % al oriente.
Tabla 3. Orientación de viviendas analizadas.
Orientación
Número de viviendas
Norte
26
Sur
15
Poniente
5
Oriente
8
Fuente: Elaboración propia.
3.1 Habitabilidad psicosocial
El primer apartado del cuestionario aplicado fue
para conocer la percepción psicosocial del
habitante en su vivienda, los resultados obtenidos
fueron los siguientes. A la pregunta ¿qué tan
satisfecho se encuentra con su vivienda? La
mayoría de los encuestados dieron una respuesta
positiva el 72% contesto de medianamente
satisfecho a muy satisfecho (ver figura 4).
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Figura 4. Sentimiento de satisfacción por la vivienda. Fuente: Elaboración propia
Por otra parte, a la pregunta de si tuviera la
oportunidad ¿cambiaria de residencia? El 39 %
respondió que nunca, el 13 % casi nunca, el 15 %
regularmente, el 9 % casi siempre y el 24 %
siempre. Con estos resultados se puede
comprobar que más de la mitad de los
encuestados no tiene intenciones de cambiar de
residencia. Este es un aspecto positivo al mitigar
la problemática de abandono de vivienda que
persisten en el país.
Por otro lado, se les pregunto ¿qué representa
para usted su vivienda? Los encuestados
respondieron en un 56 % patrimonio, 33 %
descanso, 7 % orgullo y 4 % seguridad. A la
pregunta expresa de ¿considera que su vivienda
es segura? los encuestados respondieron en un 43
% siempre, el 28 % casi siempre, el 11 % nunca
y regularmente y el 7 % casi nunca. Esto indica
que existe en más de la mitad de los encuestados
una percepción de seguridad, es decir, la vivienda
les genera un sentimiento protección y seguridad,
indicador importante dentro del concepto de
habitabilidad. Sin embargo, mencionaron que el
fraccionamiento era inseguro.
Por último, se les preguntó ¿qué le gustaría que
tuviera su vivienda? El 65 % indicó que más
espacio, el 21 % mayor seguridad, el 8 % mejor
temperatura ambiente y 6 % mayor privacidad.
El aspecto de reducir al mínimo los espacios por
parte de las instituciones de vivienda del país
queda de manifiesto como algo negativo, hace
que las personas tiendan a requerir más espacio
para realizar las actividades cotidianas más
funcionales en sus viviendas.
El 37 % de los encuestados tienen una tendencia
positiva al sentirse entre muy satisfechos y
satisfechos por su vivienda, el 35 % una
tendencia neutral, y el otro 28 % tiene a una
tendencia negativa al sentirse entre nada y poco
satisfecho.
En términos generales existe una satisfacción y
orgullo por la vivienda, los argumentos que los
encuestados expresaron fueron que es un bien
inmueble que adquirieron con su crédito
inmobiliario y trabajo, y aunque el
fraccionamiento se ubica en relativa lejanía con
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respecto a los centros de trabajo y de estudio de
la ciudad, existían pocas oportunidades para
seleccionar uno que estuviera dentro de sus
posibilidades. Aunado a esto, sienten la
seguridad de tener un patrimonio para sus
descendientes. Así mismo, en su mayoría,
expresaron sentir orgullo por su vivienda. En
general, los encuestados eran personas con
familias recién formadas y pequeñas, al ser
apenas una familia en consolidación es
entendible que se expresaran hacia su vivienda
como un lugar cómodo, acogedor y tranquilo.
3.2 Habitabilidad espacial
Para conocer la percepción del habitante de la
habitabilidad espacial, se les cuestionó sobre
¿cómo consideraban el tamaño de su vivienda
para albergar a su familia? El 41 % de las
personas demostró una tendencia negativa al
percibir el espacio insuficiente, mientras que un
30 % tuvo una tendencia positiva (ver figura 5).
Figura 5. Tamaño de la vivienda. Fuente: Elaboración propia
Al momento de preguntarles si tenían intención
de realizar una ampliación a futuro, el 53 %
respondo que sí, el 40 % que tal vez y el 7 % que
no. Se observa que los espacios diseñados en las
viviendas son percibidos por las personas que los
habitan de manera negativa, esto es un indicador
para el abandono de las viviendas. Es necesario
que la normatividad utilizada por los institutos
que diseñan las políticas de vivienda en México
realice una revisión ante los estándares mínimos
establecidos para las viviendas sociales
construidas en México, es pertinente revisar y en
su caso aumentar los metros cuadrados nimos
de construcción permitidos al 2022, debido a que
inciden negativamente en los aspectos de
habitabilidad.
La teoría marca que al contar con mayor número
de espacios se tendrá la posibilidad de disponer
de mayor diversidad de escenarios y permitir el
desarrollo particular de cada habitante, por el
contrario, la ley de vivienda menciona que lo
básico se limita a una cocina, un espacio de
recreación, dos cuartos, baño y patio de servicio.
Es con lo anterior descrito acerca de la
percepción, donde se comprueba que las
necesidades del usuario van más allá de las
marcadas por leyes, normativas o reglamentos de
construcción. Se debe diseñar no para muchos
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metros cuadrados o grandes espacios, sino que
los espacios mínimos tengas las dimensiones
apropiadas para desarrollar las diferentes
actividades de forma confortable apelando a los
factores presentes de los indicadores de la
habitabilidad.
3.3 Habitabilidad térmica
El siguiente apartado del cuestionario se trabajó
sobre la habitabilidad térmica, principalmente la
percepción de la temperatura, a los encuestados
se les preguntó cómo sentían el clima en ese
momento en específico y se separó según la
orientación de la fachada (ver figura 6).
Figura 6. Tipo de orientación y percepción térmica. Fuente: Elaboración propia
Las fachadas que tienen orientación sur la
mayoría de los encuestados la calificaron de
regular a tolerable, es decir que, esta orientación
es la mejor a la hora de diseñar las viviendas. Y
la fachada poniente la mayoría la califico de
intolerante a muy intolerante. Es preciso señalar
que es importante tomar en cuenta las
orientaciones a la hora de diseñar los espacios
para las viviendas, puesto que el confort térmico
incide en el gasto de energía eléctrica al tener que
utilizar sistemas de enfriamiento activos. Sin
embargo, los desarrollos inmobiliarios muy
pocas veces toman en cuenta este criterio y se
siguen construyendo viviendas con las peores
orientaciones.
Por otro lado, las mediciones de estrés rmico se
pudo encontrar otros datos (figura 7), para ello se
dividió en tres zonas de confort, ya que, la teoría
[37] establece que el confort se encuentra dentro
de los 18 °C a los 24 °C (cuadro rojo), solamente
cuatro viviendas se situaron dentro de la zona.
Por otra parte, la norma mexicana NOM-015-
STPS-2001 [27] establece la zona de confort
térmica dentro de los 36 °C a los 38 °C (cuadro
azul), todas la viviendas se encontraron debajo de
la zona de confort, y por último, los resultado
arrojados con base en la fórmula de Steven
Szokolay, con la cual se calculó el rango exacto
para la ciudad de Culiacán fue de 23 °C a 28 °C
(cuadro verde), 44 viviendas se localizaron
dentro de este rango y seis sobrepasan la zona de
confort tanto de la teoría como de la fórmula de
Steven Szokolay.
12 ISSN: 2594-1925
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203
Figura 7. Monitoreo in situ del estrés térmico. Fuente: Elaboración propia.
Es importante observar entonces, el contraste en
lo respondido por las personas, ellas
mencionaron en su mayoría que las viviendas
eran muy calientes e intolerables, sin embargo, la
medición marcó que más de la mitad se encuentra
dentro del rango de confort establecido por
Steven Szokolay, entonces para establecer un
rango real de la zona de confort térmico para la
ciudad de Culiacán, debe considerarse el 70 % de
humedad relativa con la sensación térmica del
habitante. Es pertinente también, hacer una
revisión de la zona de confort estipulada por la
norma mexicana NOM-015-STPS-2001 [27],
pues está muy desfasada de las utilizadas a nivel
internacional.
Las mediciones realizadas indican que el 74 % de
las viviendas medidas, se localizaron dentro del
confort térmico calculado para la ciudad de
Culiacán, sin embargo, los encuestados
mencionaron que, por el clima extremadamente
caluroso de la ciudad, tienen que estar todo el día
con el aire acondicionado prendido para poder
realizar sus actividades cotidianas sin esfuerzo
mayor, y más del 65 %, dijo mantenerlo en 22 °C
a 24 °C, rangos que marca la teoría.
Sumando los tres factores, humedad relativa,
velocidad del viento dentro de la vivienda y la
temperatura, las viviendas si presentan un nivel
de habitabilidad térmica baja y, aunque la
percepción del habitante hacia esta se esperaba
encontrar de manera positiva, no fue así, pues
consideran su morada muy caliente e intolerable
en tiempo de calor, pero agradable en tiempo de
frio.
3.4 Habitabilidad acústica
La habitabilidad acústica se analizó a partir de la
percepción, la primera pregunta realizada fue
acerca de los ruidos interiores en específico
¿escucha ruidos de otros espacios de la vivienda?
(ver figura 8), En este sentido, las respuestas se
inclinaron a que el 54% de los encuestados
escucha los ruidos de las actividades realizadas
en los otros espacios de su vivienda. Esto genera
un grado de incomodidad y disminuye la
privacidad dentro de su morada.
13 ISSN: 2594-1925
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203
Figura 8. Percepción de ruidos del interior de la vivienda. Fuente: Elaboración propia.
Así mismo, se preguntó por los ruidos del
exterior de la vivienda, el 20 % mencionó que
siempre escucha ruidos externos, el 22 % que
casi siempre, el 19 % regularmente, 17 % que
casi nunca mientras que el 22 % dijo nunca
escucharlos. Al momento de preguntarles la
intensidad de los ruidos, respondían que los de la
calle eran muy intensos, y los de otras viviendas
de moderados a leves.
El último paso fue realizar la medición del
ambiente acústico (ver figura 9), el resultado en
este tipo de habitabilidad es preocupante, pues la
norma mexicana NOM-081-SEMARNAT-1994
[30], la española BOE-A-2007-18397 [24] y la
colombiana Norma Nacional de Emisión de
Ruido y Ruido Ambiental [25], indica que el
límite máximo permisible en zona habitacional
debe estar entre los 50 decibeles (dB) de 22:00 a
6:00 horas y de 55 dB de 6:00 a 22:00 horas. En
este sentido, en las viviendas se observó que
solamente 11 de ellas se encontraron dentro del
límite máximo permitido, el 80 % de las
viviendas superan los estándares de decibeles
máximos permitidos.
Figura 9. Monitoreo in situ de niveles de sonido (dB). Fuente: Elaboración propia.
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Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203
Cabe aclarar, que esta medición fue realizada en
un momento especifico (levantamiento de la
encuesta), se tendría que realizar un
levantamiento de decibeles por horario para
comprobar más específicamente si la vivienda
cumple con la habitabilidad acústica todo el día.
Finalmente, los habitantes mencionaron que
preferirían no escuchar ningún ruido interior para
contar con mayor privacidad y que los exteriores
fueran menos intensos. Estos datos pueden
ayudar para mejorar el aislamiento acústico de
las viviendas tanto de ruidos puntuales al interior
como exterior. Los sistemas constructivos que
actualmente se están empleado por parte de los
desarrolladores inmobiliarios limitan o
imposibilitan la capacidad de aislamiento
acústico de las viviendas. Estos factores
impactan en la salud de las personas.
3.5 Habitabilidad lumínica
Por último, en el apartado de la habitabilidad
lumínica se realizaron preguntas sobre la
percepción de la luz durante todo el día y esta se
comparó con la medición real de luxes emitidos
en el espacio. En cuanto a la percepción, se les
hizo una pregunta a los encuestados de ¿Cómo
considera la luz natural en general en la vivienda?
(ver figura 10), en este sentido las respuestas
tuvieron un enfoque positivo puesto que el 45 %
contesto que buena y el 39 % que excelente.
Figura 10. Percepción de luz natural en la vivienda.
Fuente: Elaboración propia.
Por otra parte, el uso de luz artificial (ver figura
11) por los habitantes se desarrolló de la siguiente
manera, el 40 % comento que la utilizan por la
tarde noche, el 34 % por la noche. Se puede
apreciar que la mayoría solo encendían las luces
en la tarde o noche, horario que es indispensable
el uso de este tipo de iluminación, Sin embargo,
en el día muy pocos la utilizan debido a que la
iluminación del espacio es buena.
Figura 11. Utilización de luz artificial en la vivienda.
Fuente: Elaboración propia.
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Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203
Sin embargo, al observar los datos medidos (ver
figura 12), se determinó que solo seis viviendas
rebasaron los 100 luxes mínimos establecidos
por las normas NOM-025-STPS-2008 [29], EN
12464-1 [26], Reglamento Técnico de
Iluminación y Alumbrado Público [39] y
Reglamento de Construcciones para el municipio
de Culiacán, Sinaloa [40]. Es decir que a pesar de
que las personas perciben como bien iluminadas
sus viviendas los datos levantados muestran lo
contrario. Una buena iluminación sobre todo
natural permite realizar las actividades cotidianas
de una manera más eficiente y limita el uso de
iluminación artificial por lo tanto ahorro
energético y económico.
Figura 12. Niveles iluminación (luxes). Fuente: Elaboración propia.
Las viviendas son deficientes en cuanto a la
iluminación natural, menos del 3 % cumple con
los rangos requeridos de iluminación, este
aspecto impacta negativamente a la habitabilidad
de la vivienda y sobre todo al usuario, a pesar de
que este la percibe como bien iluminada, sin
embargo, para realizar sus actividades cotidianas
debe hacer un esfuerzo extra a su visión,
impactando negativamente a la habitabilidad de
la vivienda, pero sobre todo en la salud de los
habitantes de las viviendas.
4. Conclusiones
Las políticas de vivienda social en México en los
últimos 30 años con respecto a 2021 se han
enfocado a dos temas principalmente, primero
aumentar considerablemente la construcción de
vivienda social a lo largo del país y por otro,
establecer lineamentos y normativas en cuantos a
los espacios que debe tener una vivienda y son
cada vez más reducidos, llegando a establecer
medidas mínimas que muchas de las ocasiones
limitan las actividades que pueden desarrollarse
en estos. Eso ha traído como consecuencia la
falta de implementación de factores o aspectos
relacionados con la habitabilidad en estas
16 ISSN: 2594-1925
Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203
edificaciones. Las personas que pueden acceder
a los créditos para la compra de estas viviendas
al poco tiempo le están haciendo modificaciones
para aumentar los metros cuadrados de
construcción y hacer los espacios más
confortables, como marcan los resultados de este
estudio hay una tendencia a percibir los espacios
insuficientes o limitados.
Es pertinente la creación de políticas integrales
de vivienda, donde a la vivienda se le distinga
como un objeto habitable no simplemente un
objeto de venta es importante incluir los aspectos
culturales, económicos, políticos, sociales,
espaciales y arquitectónicos, para garantizar una
vivienda digna como lo establece la Constitución
Mexicana.
Por otra parte, las normas tanto internacionales
como mexicanas son muy específicas acerca de
los niveles requeridos, también en cuanto a la
medición de los diferentes factores relacionados
con el confort ambiental, cómo y con que debe
ser tomadas las mediciones de temperatura, luz y
sonido, sin embargo, estos parámetros han sido
establecidos para los centros de trabajo, es decir,
existe una hueco normativo en lo que respecta a
las condiciones ideales y confortables de las
viviendas a partir de la habitabilidad térmica,
acústica y lumínica. También es pertinente hacer
una revisión en cuento a la normativa de
condiciones térmicas puesto que los parámetros
establecidos son sumamente permisibles.
En cuanto a los estudios relacionados con la
habitabilidad, ha habido un aumento en los
últimos años en la implementación estudios y de
metodologías tanto a nivel internacional como
nacional, es importante que se continúe con este
tipo de investigaciones, sin embargo, es oportuno
tomar en cuenta la diversidad y diferencias entre
las regiones, y evitar seguir homogenizando la
vivienda, es preciso diseñar y construir a partir de
la diversidad. Así mismo, los estudios deben dar
pautas a los funcionarios y desarrolladores para
que sean tomados en cuenta los puntos de vista
de los usuarios, investigadores y académicos, y a
partir de estos se diseñen, desarrollen y
construyan viviendas y entornos desde la
perspectiva de la habitabilidad.
Con los resultados obtenidos en esta
investigación se pudo observar que los
encuestados sienten satisfacción y orgullo por su
vivienda, por considerarla un patrimonio
familiar. También se sienten seguros en ellas. Sin
embargo, la percepción de los espacios se
encontró una tendencia a calificarlos
negativamente, es decir, una opinión
desfavorable sobre la amplitud de los espacios,
los cuales fueron diseñados con los
requerimientos mínimos. Pero a pesar de esta
opinión la mayoría opinó por no querer cambiar
de vivienda, en lugar de eso, prefieren hacer
ampliaciones futuras, para adaptar los espacios a
sus actividades cotidianas. En las cuestiones
técnicas como térmica, acústica y lumínica se
observó que la mayoría de las viviendas no
alcanzaron los estándares para tener viviendas
confortables. A partir de lo antes descrito, se
puede argumentar que se están diseñando y
construyendo viviendas que no alcanzan los
paradigmas establecidos por la habitabilidad. Sin
embargo, se sigue desarrollando este tipo de
vivienda al no tener una normativa que pugne por
mejorar esta situación.
La metodología implementada en este estudio
puede ser replicada en diferentes tipos de
vivienda, no está limitada a la vivienda social. El
aspecto temporal para el levantamiento de datos
en la cuestión térmica, acústica y lumínica
pudiera ampliarse más en futuras investigaciones
y abarcar épocas de clima críticos,
desafortunadamente en esta investigación no se
pudo realizar por cuestiones económicas. Queda
abierta la posibilidad de hacer comparaciones en
diferentes épocas del año y enriquecer el
conocimiento sobre la habitabilidad. Finalmente,
con este estudio se pudo conocer y entender
desde el aspecto psicosocial, espacial y cnico,
las características de la habitabilidad de las
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Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 5 (4): e203
viviendas sociales en la ciudad de Culiacán,
Sinaloa.
5.- Reconocimiento de autoría
Carolina Barraza-Bracamontes:
Conceptualización, Metodología, Análisis
formal, Investigación, Escritura - Borrador
original, Supervisión, Administración de
proyecto y Adquisición de fondos. Yazmin Paola
Íñiguez-Ayón: Conceptualización, Escritura:
revisión y edición, Visualización, Supervisión.
César Domingo Íñiguez-Sepúlveda:
Conceptualización, Investigación, Escritura:
revisión y edición, Supervisión, Administración
de proyecto y Adquisición de fondos. Gonzalo
Bojórquez Morales: Conceptualización,
Metodología, Análisis formal y Escritura:
revisión y edición.
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Derechos de Autor (c) 2022 Carolina Barraza-Bracamontes, Yazmin Paola Íñiguez-Ayón, César Domingo Íñiguez-
Sepúlveda, Gonzalo Bojórquez -Morales
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