Revista de Ciencias Tecnológicas (RECIT). Volumen 4 (3): 171-186
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ISSN: 2594-1925
planteó el Programa Integrado de Desarrollo
Urbano Zona Oriental de Bogotá (PIDUZOB)
que en el componente educativo planteaba un
currículo flexible, en el que están vinculados los
individuos y sus comunidades no solo con las
escuelas, universidades, empresas, sociedades y
culturas, sino también con principios curriculares
como la interdisciplinaridad y la formación
integral [5], y las clases prácticas, laboratorios y
talleres no se encontraban en cada colegio, sino
en uno construido para tal fin conocido como el
Centro Auxiliar de Servicios Docentes (CASD),
con lo que se ahorraba en profesores y
construcción.
El modelo de pedagogía humanista que en el que
resulta esencial la inclusión de elementos
relativos a valores y principios universales, por
consiguiente, la labor educativa exige un
compromiso genuino con la transformación del
sistema y la consolidación de una sociedad del
conocimiento sustentado en el rescate,
promoción y difusión de valores, a través de la
suma de los esfuerzos y las capacidades de todos
los actores [6] fue el empleado en los colegios del
Plan Ciudad Bolívar, a mediados de la década de
los 80 se decidió dotar de equipamientos la
localidad de Ciudad Bolívar habitada por
personas de pocos recursos económicos y los
colegios se enfrentaban a una topografía
inclinada pero con suelos de alta resistencia, por
lo que la tipología de pabellón con crujías
sencillas, los predios eran bastante grandes lo que
permitía que los edificios fueran de solo uno y
dos pisos permitiendo áreas recreativas de gran
extensión. En 1987 se decretó la emergencia
educativa porque la cantidad de colegios no era
suficiente y la mayoría de los existentes se
encontraban en malas condiciones y no permitían
el uso de todos los espacios, lo que obligó a que
la misma Secretaría de Educación diseñara un
modelo de fácil construcción, un piso de altura,
cubierta a dos aguas y la localización sería de
forma paralela a los linderos del predio, en el
espacio central se ubicaba una cancha
multifuncional que era el área recreativa, el
humanista continua como el modelo pedagógico.
El Plan Maestro de Equipamientos Educativos
(PMEE) se promulga en 2006 y en él se decreta
la normativa qué debe cumplir cualquier edificio
escolar, público o privado, en lo concerniente a
los espacios que debe tener de acuerdo con el
servicio educativo que quiera prestar y el modelo
educativo se apoya en la tecnología, los procesos
educativos de los colegios se vinculan con los
entornos sociales y se hace una inversión en
infraestructura educativa nunca vista en el país.
El recorrido termina con el plan de desarrollo
conocido como Bogotá Mejor Para Todos del
alcalde Enrique Peñalosa (2016 – 2019), en el
que se desarrolla el modelo educativo del
aprendizaje basado en proyectos en el que el
trabajo de los estudiantes no solo es en grupo,
sino que además puede ser entre alumnos de
varios cursos y diferentes grados obliga a una
infraestructura que permita esa flexibilidad, un
primer paso es la reforma el PMEE, pero se
conserva la tipología arquitectónica de principios
del siglo XXI, encontrar los lineamientos
necesarios para que la arquitectura escolar
responda a ese nuevo modelo de enseñanza –
aprendizaje es el objetivo de esta investigación.
El desarrollo arquitectónico no es lineal, aspectos
representativos de un modelo se recuperan
décadas después, por ejemplo, las zonas de
extensión del modelo Rojas Pinilla se recuperan
en el PMEE, y al igual que los estudiantes ya no
deben estar anclados a un curso, los espacios
arquitectónicos deben ser flexibles,
multifuncionales, se deben abolir la zonificación,
la idea de áreas de aulas, de laboratorios,
administrativas como entes aparte y sin relación
entre sí, ya no tiene lugar, por ejemplo, varias
bibliotecas especializadas son más útiles que una
biblioteca central, las zonas de circulación deben
ser utilizadas también como espacios de
aprendizaje y otras premisas de ese tipo son las
conclusiones de este trabajo.